Capítulo VI Al analizar el campo disciplinar con la prueba post hoc de Tukey, se observaron significancias en la dimensión dedicación entre el grupo de Ciencias Sociales y el grupo de Ciencias Administrativas (p=.002) y entre el grupo de Ciencias Sociales y el grupo de Ciencias Exactas (p=.002). ≤ Al analizar el semestre escolar con la prueba post hoc de Tukey se identificaron significancias en la dimensión vigor entre el grupo de primer semestre y el grupo de tercer semestre (p=.000), la dimensión dedicación entre el grupo de primer semestre y el grupo de tercer semestre (p=.000), la dimensión absorción entre el grupo de primer semestre y el grupo de tercer semestre (p=.000) así como el grupo de primer semestre y el grupo de quinto semestre (p=.001). Finalmente, se observó significancia entre el grupo de primero y tercer semestre (p=.000) y entre el grupo de primero y quinto semestre (p=.005), esto en el valor global de bienestar escolar.
Discusión y conclusiones Tal como se puede apreciar, las características sociodemográficas y escolares juegan un papel importante en el bienestar escolar de los estudiantes universitarios. Respecto a la variable sexo, las mujeres muestran mayor bienestar en tanto se perciben más satisfechas con respecto a su esfuerzo, entusiasmo y dedicación por sus estudios respecto a los hombres, lo que hace necesario considerar una perspectiva sociocultural del tema en el que están involucrados elementos propiamente convencionales, tal es el caso de las desigualdades para ingresar a estudios universitarios de las mujeres (Secretaria de Educación Pública, 2019) y en la cual los desempeños y logros académicos no sólo fortalecen las áreas académicas sino también la autorrealización de las estudiantes (Zepke y Leach, 2010). Peña, Cañoto y Angelucci (2017), reporta que las mujeres se dedican más a sus estudios, mientras que los varones tienen una participación más activa, asimismo, González et al. (2020), reportan hallazgos similares en donde las mujeres mostraron mayor bienestar escolar. Aunado a ello, el bienestar escolar mostró diferencias entre los estudiantes de 18 años y los estudiantes de 20 años, cabe señalar que los estudiantes más jóvenes estaban ingresando a los estudios universitarios al momento de la recolección de los datos, por lo que es de suponer que están en un proceso de adaptación al entorno universitario el cual, de acuerdo con algunos estudios (Rué, 2014; Hernández, López y Olmedo, 2015), requiere que el estudiante asuma un mayor nivel de autoexigencia y que, por lo tanto, se perciban más enfocados en su proceso de aprendizaje a diferencia de los estudiantes que cursan semestres más avanzados. Los datos referentes al semestre escolar en donde la diferencia radicó en los estudiantes de primer semestre en comparación con el grupo de estudiantes de los semestres intermedios (tercero y quinto), aunque también parece ser que el nivel de vigor, dedicación y absorción vuelve a aumentar en los últimos semestres como un nuevo esfuerzo para concluir exitosamente sus estudios profesionales que en palabras de Medrano, Moretti y Ortiz (2015), se direccionan a metas académicas específicas. En cuanto a las variables escolares, en el presente estudio se confirma el bienestar escolar como predictor del rendimiento académico evidenciado a través del promedio escolar, lo que coincide con otros estudios (Gómez et al., 2015; Avalos et al., 2018; Chávez et al., 2018; Barrera et al., 2019; González et al., 2020), en los que se confirma que el vigor, la absorción y la dedicación presentes en los estudiantes orientan sus esfuerzos a los logros académicos. El turno escolar mostró diferencias en la dimensión de vigor que hace referencia a la persistencia en el estudio pese a los obstáculos y barreras, siendo ligeramente más alto el grupo del turno matutino, la evidencia que hay respecto a la influencia del turno escolar es con relación a su efecto en el rendimiento académico en universitarios que trabajan y en los que consideran que el tiempo dedicado al estudio se ve reducido y por lo tanto, no invierten el tiempo suficiente a las actividades escolares (Carrillo y Ríos, 2013). En cuanto al campo disciplinar, la dimensión dedicación mostró diferencias entre el grupo de estudiantes que cursaban carreras de las ciencias sociales respecto a los de ciencias administrativas y ciencias exactas., la cual se refiere al entusiasmo, inspiración, orgullo y reto relacionado con los estudios. Al respecto Amador et al. (2015), explican que estas diferencias posiblemente se relacionen con los métodos de enseñanza, evaluación de aprendizajes, interacción académica y clima del aula. Asimismo, el estudio de Peña et al. (2017), reporta resultados similares en los cuales los estudiantes de ciencias sociales se mostraron más involucrados en comparación con estudiantes de ciencias exactas (ingenierías) y ciencias administrativas. Aunado a ello, las diferencias al agrupar a los participantes por la institución de adscripción reafirman la influencia de las características institucionales, curriculares y hasta culturales propias de la zona geográfica, incluso, Peña et al. (2017), plantean la posibilidad de que los estudiantes que ingresan a determinadas carreras e instituciones cuentan con diferentes grados de involucramiento y compromiso hacia sus estudios incluso antes de ingresar a la universidad. La presente investigación si bien le abona a los estudios referentes a la comprensión de los factores involucrados en el bienestar escolar en población universitaria y demuestran que un joven que tiene la posibilidad de estudiar una carrera universitaria le proporciona un sentido de autorrealización, es necesario realizar investigaciones cuantitativas y cualitativas con perspectiva de género que permitan comprender los elementos socioculturales involucrados en el bienestar escolar. Finalmente, profundizar en variables tales como los campos 82