EL AGUACATE Y SU HISTORIA El cremoso y delicioso aguacate es, botánicamente hablando, una baya. Producido por árboles de la familia del laurel, hay cientos de variedades de aguacates en la naturaleza. Todos tienen una piel coriácea y oscura que encierra y protege la tierna, verde y pálida pulpa de la fruta, además de un único y gran hueso. Que hoy tengamos aguacates es un golpe de suerte evolutivo. Sabemos que su origen se remonta a hace más de 13.000 años en América. Durante milenios, se dieron un festín con enormes mamíferos terrestres, ya extintos, como los perezosos gigantes, que disfrutaban de los aguacates tanto como nosotros. Antes de que estas criaturas desaparecieran, esparcieron los huesos de los aguacates por toda la región, asegurando la supervivencia de la fruta hasta la época humana, mediante un proceso que aún desconcierta a los botánicos. Los humanos llevamos consumiendo aguacates desde hace unos 10.000 años. Algunas civilizaciones los ingerían en rodajas como alimento independiente, a menudo espolvoreados con sal, azúcar o miel. Con el tiempo, las tribus indígenas cultivaron a propósito los aguacates, conservando las mejores variedades en todo el continente americano.
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INTRODUCCIÓN
Los aguacates llegaron a Europa en el siglo XVI a bordo de los barcos de los conquistadores españoles y portugueses. La palabra azteca para aguacate, ahuacatl, terminó siendo traducida al español como aguacate. En Estados Unidos, esta fruta de piel dura y nudosa fue conocida como “pera caimán” hasta 1915. Dada su textura interior suave y cremosa, la palabra aguacate en el subcontinente indio tiene una traducción que podría definirse como "fruta de mantequilla". En Taiwán, por su parte, se llama "pera de queso". El sabor suave y la textura sedosa de los aguacates los hacen perfectamente adecuados para platos salados y dulces, desde el guacamole mexicano y el hummus israelí hasta el helado brasileño. Y a los indonesios les encanta su "drunk ice", un dulce no alcohólico elaborado con aguacate, leche condensada azucarada, leche de coco y frutas tropicales. Nuestra filosofía siempre se ha fundamentado en el hecho de por qué elegir uno cuando puedes hacer ambos. Aguacate a flor de piel ofrece una serie de recetas de cócteles, entrantes, platos principales y postres, para que puedas comer aguacates de sol a luna.