Los tablados. “Las tablas” del Carnaval Carlos Antonio Trinidad Sánchez
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Cada madera tendrá su sitio. El repiquetear de martillos y piquetas se convertirá en la música del pre-Carnaval.
H
abía que prepararse concienzudamente para la Cuaresma en esta villa donde la pitanza, además del sustento más básico, es un manjar. De ahí puede venir nuestra afición Carnavalera que, intrínsecamente, se une a nuestra afición al toro; pues el antiguo “uro” ha sido temido, admirado y venerado en los riscos de Siega Verde desde mucho antes que los “verracos” flanquearan la entrada de los castros vetones. Desde tiempos inmemoriales la ciudad ha de sufrir una cíclica metamorfosis para recibir al mítico animal en su corazón, en el ágora, que comienza en sus arrabales, en la subida de Torroba, para asegurar que las reses bravas entren encallejonadas. Las ordenanzas municipales de 1864 ordenan en su artículo 40 “a los labradores de Ciudad Rodrigo y Socampana que fueran requeridos por El Ayuntamiento para traer sus carros a fin de formar el alar según costumbre antigua, o para colocarlos en algún paraje que se estimase oportuno a la pública seguridad en las funciones de
Ciudad Rodrigo
Carnaval
del
Toro 2019