Segundad e higiene en el trabajo
— Revalorizar las normas de seguridad. — Enseñar seguridad. — Propiciar acuerdos entre las partes interesadas en seguridad. — Mejorar las condiciones de seguridad e higiene en el trabajo. Si realmente conseguimos todo esto mediante la inspección, ¿no será un trabajo que deberemos medir para asegurarnos su realización? El lector también podría preguntarse: ¿por qué investigamos accidentes?, ¿tal vez sea otra función que deberíamos medir? MOTIVACIONES DE LOS EMPLEADOS Cada persona tiene sus propios intereses, generalmente diferentes según las circunstancias que a cada uno le toca vivir o se ha ganado. Recordemos los de integridad física, económicos, profesionales, familiares y sociales. En la empresa, en los puestos de trabajo, los intereses pueden llegar a manifestarse de diferente manera según el nivel a que se pueda pertenercer: alta dirección, media, supervisión de primera línea y empleados. Para los mandos de supervisión, medios y de primera línea, ya hemos visto la gran importancia que tiene "lo que mide el jefe", lo que quiere realmente el jefe. Por supuesto que hay otras motivaciones, pero no están en órdenes de prioridad superiores a las descritas, respecto a los comportamientos de cada día. Para los empleados, los motivadores principales contienen: — La presión de los compañeros o grupo formal. — Que el trabajo sea significativo (importante o no para él). — La participación, el compromiso, el reconocimiento. — Las relaciones con el jefe. Si olvidamos cuestiones como estas será fácil que se oigan afirmaciones de desánimo por "no saber ya cómo decir las cosas" para que se tomen en serio las normas de seguridad que tanto les afectan. Cuando la seguridad no se toma suficientemente en serio o no se demuestra desde la dirección y sus mandos que es un objetivo prioritario, no es de extrañar que ciertos grupos, tal vez mayoritarios, hagan mofa continuada de ciertos comportamientos seguros de otros compañeros. Son presiones que llegan a condicionar actitudes. El sentido contrario también es válido. Si se consigue la presión del grupo formal en favor de la seguridad los resultados pueden ser muy beneficiosos. Por ello resulta tan importante que los propios sindicatos empleen su influencia en convencer del verdadero interés por trabajar en forma segura. Si el trabajador no conoce lo importante que es su contribución al conjunto del proceso y la trascendencia de que su trabajo responda a los estándares de seguridad y calidad, fallará su motivación. El trabajador debe sentirse partícipe del trabajo de la empresa. Ha de estar comprometido con su comportamiento y profesionalidad para que
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