Lo mismo nos pasó allá en Chinchorro. Chinchorro nos agarraron tres cooperativas, y nos dijeron: -Espérate, queremos ver que se haga en Chinchorro. Se va a beneficiar. Va a haber estudios. Va a haber áreas en donde la langosta no se va a poder aprovechar. Pero cuando salga esa langosta del otro lado la vas a poder aprovechar. Te echan un rollo, nos echaron un rollo. Y entonces: -Si vamos, si vamos. Ta´ bueno, coño. Porque nos va a traer beneficios. Pero ahorita nosotros, como pescadores, en Chinchorro todo lo que tenemos que hacer todo depende de la reserva. Ya no depende de nosotros como cooperativa. Nosotros los podemos presionar, más al menos ya no mandamos. Después que las áreas eran de nosotros” (Socio de la cooperativa pesquera. 41 años. Mayo de 2008)…”191 Banco Chinchorro no necesitaba un ANP, necesitaba respaldo real a las cooperativas pesqueras que históricamente se hicieron cargo del área y eran las más interesadas en que el recurso y el ecosistema se conserven. Requería sancionar a los pachucheros (pachocheros), combatir la corrupción.
Tulum En su investigación Marín-Marín, et al (2020) 192 describen un escenario atroz de despojo y abuso del estado a favor del capital, contra los ejidatarios del Ejido Pino Suárez, localizado entre la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an y el parque Nacional Arrecifes de Tulum. Describen las estrategias que las tríadas implementan contra los locales “…Como parte de la necesidad de expansión y reconfiguración del capital ante sus crisis, la intensa búsqueda de zonas para desarrollarlas productivamente ha posibilitado que territorios, antes considerados improductivos, entren en una dinámica de mercantilización, ocasionando problemáticas en torno a la gestión y acceso a los recursos. Así, las diversas formas de valorización, gestión, acceso y control de la naturaleza y el territorio han creado fuertes tensiones entre el Estado, el capital y las poblaciones, ya que los distintos intereses en relación con la naturaleza ocasionan disputas sobre todo entre dos grupos principales: el primero, formado por el Estado y el capital, los cuales funcionan como una compleja red de poder que domina, entre otras formas, a través de la instauración de políticas; mientras que el segundo incluye a los pobladores locales, que son quienes, mayoritariamente, gestionan los recursos, encaminados a su propia subsistencia…” (Marín – Marín, et al, 2020) 193 El ejido Pino Suárez ejemplifica los procesos y los contubernios entre el Estado y el capital económico que protege los intereses de quien pueden pagar la conservación neoliberal, a partir de la cual se hacen oídos sordos a las disputas y los violentos despojos por parte del Estado y el capital, para la apropiación de los territorios y recursos de las comunidades. “…El entramado de actores que controlan la economía y la política no basta, es necesario también controlar los recursos naturales siguiendo la lógica de acumulación de capital, lo que ha llevado a un imperialismo ecológico…” (Bellamy & Clark, 2004, en Marín-Marín, 2020)194
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Tello, D. B. (2009). Los pobladores locales frente a los procesos de conservación de la naturaleza. El caso de Xcalak en el Caribe Mexicano (Doctoral dissertation, Instituto Politécnico Nacional). https://www.mda.cinvestav.mx/FTP/EcologiaHumana/maestria/tesis/06TesisBuitragoD09.pdf 192
Marín Marín, A. I., Zizumbo Villarreal, L., Palafox Muñoz, A., & Vargas Martínez, E. E. (2020). Conflictos ambientales del turismo: el caso del ejido José María Pino Suárez, Tulum, Quintana Roo. Península, 15(1), 105-124. 193
Íbidem
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Bellamy, Jhon y Brett Clark. 2004. "Imperialismo ecológico: la maldición del capitalismo". Socialist Register, núm. 40: 231-250. En: Marín Marín, A. I., Zizumbo Villarreal, L., Palafox Muñoz, A., & Vargas Martínez, E. E. (2020). Conflictos ambientales del turismo: el caso del ejido José María Pino Suárez, Tulum, Quintana Roo. Península, 15(1), 105-124.
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