humedales donde no había canales o zonas navegables? NO tenía sentido desde el punto de vista del objeto del Anexo III y la regla 23, pero era lógico si la intención era validar su documento para establecer las bases de control y restricción tipo ANP, a como diera lugar, utilizando el instrumento de regulación existente válido de APIQROO para ello, pero APIQROO NO posee autoridad sobre zonas de tierra y el objeto de la Regla 23 era claro: Zonas de Navegación (Imagen 16). Para cuando los representantes de las comunidades se percataron de esta intentona y se inconformaron ante la dirección de la APIQROO, ya era Junio de 2020 y los directivos de APIQROO observaron que era la única propuesta que se había presentado, la comunidad desconocía que podían presentarse propuestas, así que pidieron la oportunidad de construir un documento, desde la participación y el conocimiento ecológico local, y la capacidad de sus tecnólogos comunitarios.
Regla 23. El CONCCLAB en APIQROO Dado que APIQROO argumentó que no había otra propuesta de zonas de velocidad y de áreas de restricción de navegación, los representantes de las comunidades en el Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar (CONCCLAB), que estaba conformado por habitantes locales, representantes y técnicos comunitarios, quienes venían combatiendo las propuestas de la tríada casi desde el inicio, y que finalmente constituyeron un grupo de base, solicitaron la oportunidad de construir un plano desde la base del conocimiento local de los expertos en la laguna, los capitanes de embarcaciones y usuarios náuticos históricos de la laguna. Requirieron la oportunidad de demostrar cómo estaba construido un plano de la Laguna desde la base de la experiencia real. Se les concedió un plazo de dos semanas para presentar los argumentos y propuestas110. El CONCCLAB se organizó para convocar a los capitanes de embarcación más reconocidos en las diferentes comunidades a fin de poder ubicar a aquellos que surgieran como expertos reconocidos, es decir aquellos más mencionados y reconocidos por sus pares, como los que tenían más conocimiento del sistema. Se siguió la metodología empleada por Davis (2003)111 para la selección de informantes clave en base al marco de referencia sobre el tipo de información y el objetivo del ejercicio: Creación de un mapa de zonas de velocidad y restricciones para navegación en el cuerpo de agua de Laguna de Bacalar. El marco de referencia requería de informantes clave que conocieran de navegación, de la laguna, zonificación, aspectos restrictivos para navegar, conocimientos de los diversos tipos de embarcación existentes, variaciones de la laguna a lo largo del tiempo y la geografía. Se decidió preguntar a los lancheros, a los miembros de cooperativas y a los usuarios históricos (porque muchos de los propietarios de casas junto a la laguna son dueños de embarcaciones particulares y habían recorrido la laguna por generaciones). Se utilizó la metodología de entrevista semiestructurada, se preguntó a quién consideraba el más conocedor de los parámetros arriba mencionados. La referencia directa de pares con respecto a la condición de experto de otro de sus iguales en las comunidades está posicionada como una de las mejores técnicas para detectar a los expertos locales. Después de todo, como establece Davis & Wagner (2003)112: “… ¿qué otro grupo social, además de aquellos que se dedican a lo mismo, puede identificar mejor a un experto local?...” Adicionalmente se jerarquizó el nivel de reconocimiento por el número de veces que aparece el nombre de algunos actores entre las recomendaciones. Esto proporcionó un mapa de ruta para las intervenciones. Debido a las restricciones de distanciamiento social se decidió limitar las reuniones a un máximo de 5 personas. Se
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Villarreal-Sonora, M (2021) Construcción participativa del plano de velocidades y zonas de uso de la laguna de Bacalar . Desde la visi ón de los expertos locales. Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar . En prensa. Davis, A., & Wagner, J. R. (2003). Who knows? On the importance of identifying “experts” when researching local ecological knowledge. Human ecology, 31(3), 463-489. 111
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Íbidem.
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