Horneando una crisis
Diferente a lo que estoy acostumbrada, en este tiempo he adoptado la práctica de siempre rescatar lo positivo de las situaciones, esas situaciones que te hacen volver a cuestionarte momentos, respuestas, decisiones, actitudes. Hoy es uno de esos días en que, aunque se vuelve imposible, trato de ver el lado positivo —creo que debería ser obligación para todos—. Durante esta cuarentena he pasado por miles de emociones, he hecho y desecho cosas, pero lo he logrado superar sumergiéndome en la cocina, explorando ese espacio que consideraba lejano a mi rutina, un nuevo hobby que distrae mis pensamientos de lo que sucede afuera. Hoy quiero darles una receta, un tanto única, un tanto especial. Es la mezcla perfecta entre caos y malas decisiones, una especie de mala combinación astral, como cuando te dicen que libra y capricornio no compatibilizan, pero sucede igual. Ingredientes: - 1 taza de estudiante recién egresada y cesante. - 1 taza de pandemia mundial. - ½ taza de madre sin poder trabajar. - ½ taza de hermano con contrato suspendido. - ½ taza de padre en cuarentena por edad. - 1 ½ taza de Ministro incompetente. 116 | Historias confinadas