Igualmente distinto
Por muy raro que suene, hace menos de una semana me estaba despidiendo de él, le deseaba los mayores éxitos en esta nueva etapa. La semana pasada lloramos, nos abrazamos, pero, a pesar de que no nos podamos comunicar, entendíamos que era lo mejor para ambos y que no era un hasta siempre, sino un hasta pronto. ¿Por qué dije que era raro?, pues, porque ya está de vuelta. Tenía entendido que no nos veríamos hasta dentro de medio año. Obviamente me alegré por su regreso, pero lo noté extraño, sobre todo porque estaba usando algo que le cubría la mitad de la cara. Los días pasaron y él seguía aquí, ¿se habrá arrepentido? ¿No pudo soportar la idea de que no nos veríamos en mucho tiempo? No lo sé. Sólo sé que ya todos en la casa están usando esa cosa en el rostro y que cada vez salgo menos a disfrutar del paisaje exterior. El ambiente está muy raro, hace mucho tiempo que no salgo de casa y él no ha salido de su habitación en siete días, está como aislado del resto. Escucho a cada rato ese sonido característico de las ambulancias, y en la TV veo muchos números, cada vez más grandes; no sé qué pasa, pero algo pasa.
80 | Historias confinadas