5.3.5. EMOCIONES Y APRENDIZAJE Ya nadie pone en duda que el binomio emoción-cognición es indisoluble, debido al diseño y funcionamiento del cerebro. Por tanto, la emoción es un ingrediente básico del proceso cognitivo, del razonamiento. Robert Sylwester, profesor emérito de educación de la Universidad de Oregón, afirma lo siguiente10: “Sabemos que la emoción es muy importante en el proceso de aprendizaje porque potencia la atención que, a su vez, potencia el aprendizaje y la memoria. Sin embargo, nunca hemos acabado de entender la emoción. Y por ello no sabemos cómo regularla en la escuela, aparte de definirla y relegarla en su mayor parte a las actividades artísticas, el recreo, y las actividades extraescolares. Medimos si los alumnos saben leer correctamente y si escriben sin faltas de ortografía, no su bienestar emocional. Y cuando el tiempo se nos echa encima recortamos de las asignaturas 'emocionales’ como si fueran de segundo orden. Al separar la emoción de la lógica y la razón en la clase, hemos simplificado el sistema escolar y el proceso de evaluación, pero también hemos separado dos caras de una misma moneda y hemos perdido algo muy importante en el proceso.”
Gracias al trabajo de la doctora Candace Pert (1999), neurocientífica estadounidense, sabemos que la influencia de la emoción en el aprendizaje puede ser examinada científicamente. En sus investigaciones desvela un punto de vista del aprendizaje subordinado al entendimiento como una verdadera correlación cuerpo-cerebro. Un ejemplo de esta retroalimentación entre el cuerpo y el cerebro ocurre cuando un estudiante es despreciado o humillado por los compañeros de clase tras cometer un error en público. El alumno se siente amenazado y, cuando el profesor vuelve a preguntarle algo, su memoria emocional se pone a funcionar sin su voluntad y el cuerpo se ve inundado de sustancias químicas que lo paralizan o le hacen enrojecer y no contestar. Cuando los sistemas de comunicación química y eléctrica del cuerpo-cerebro detectan una amenaza, se puede activar una secuencia automática, que enfoca toda la atención en dicha amenaza percibida y una pequeña o nula atención a lo que el profesor está diciendo o haciendo. Como afirma el doctor Robert Sylwester, las emociones manejan la atención, que maneja el aprendizaje, la memoria y casi todo lo demás. Así, en lo relativo al aprendizaje, el cuerpo y el cerebro son inseparables e interdependientes. Estos descubrimientos científicos implican una función mucho más
10 Sylwester, R., citado por Menecier, E. L., en “La emoción crea recuerdos resistentes”. Disponible en http://www.inteligencia-emocional.org. (Última consulta: 22 de septiembre de 2018). ÁMBITO DE LA FORMACIÓN DE LA PERSONA (PROYECTO VITAL)
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