5.3.2. EMOCIONES Y SENTIMIENTOS En el Diccionario de neurociencia de Mora y Sanguinetti (2004), se define así la emoción: “Una reacción conductual subjetiva producida por la información proveniente del mundo externo o interno (recuerdos) del individuo. Se acompaña de fenómenos neurovegetativos. El sistema límbico es parte importante del cerebro relacionado con la elaboración de las conductas emocionales.”
En resumen, una emoción es una reacción que se vivencia como una cierta conmoción del estado de ánimo; suele ir acompañada de expresiones faciales, motoras, etc., y surge como reacción a una situación externa concreta, aunque puede provocarla también una información interna del propio individuo (recuerdos y pensamientos). Las emociones son estados complejos del organismo, respuestas globales en las que intervienen distintos componentes (Kolb y Wishaw, 2002): a. Componente fisiológico. Se trata de procesos involuntarios de distintos tipos, como el tono muscular, la respiración, las secreciones hormonales, la presión sanguínea, etc., que involucran cambios en la actividad del sistema nervioso central y autónomo, así como cambios neuroendocrinos y neuromoduladores. b. Componente cognitivo. Se trata del procesamiento de información, tanto a nivel consciente como inconsciente, que influye explícita e implícitamente en nuestra cognición y en nuestra vivencia subjetiva y en nuestra interpretación de los acontecimientos. c. Componente conductual. Engloba las expresiones faciales, los movimientos corporales, el tono de voz, el volumen y el ritmo del habla, etc. Todos ellos determinan conductas distintivas de especial utilidad comunicativa, ya que solo al expresar lo que sentimos podemos exteriorizar un proceso que es interior. La emoción es el resultado de un proceso de evaluación automática del entorno que nos informa de lo que es importante o no para nuestra supervivencia o adaptación. Lo adaptativo de emocionarse es que no tenemos que deliberar para actuar, sino que, al emocionarnos, podemos responder o actuar con rapidez, ya que la emoción prepara nuestro cuerpo para evitar o enfrentar, defendernos o exponernos. A lo largo de la evolución de las especies se ha ido adquiriendo esta forma de reaccionar para sobrevivir. 96
ÁMBITO DE LA FORMACIÓN DE LA PERSONA (PROYECTO VITAL)