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[I] oS FerrocarrIleS duraNte la Época de pardo. otraS oBraS pÚBlIcaS.- Los ferrocarriles iniciados en la época de Balta, prosiguieron. Fueron entonces entregados al tráfico los de Arequipa a Puno, Ilo a Moquegua, Pacasmayo a La Viña y Salaverry a Ascope. En el de La Oroya terminaron muchas obras, inclusive el gran túnel de la cordillera. El del Cuzco quedó muy inmediato a Maranganí y el de Chimbote cerca de Yuramarca. El número de kilómetros construido durante el período llegó a 798 con 6 mil metros de túnel, en gran parte sobre los Andes. Existían en julio de 1876 en la República, de propiedad tanto nacional como particular 2 mil kilómetros de vías férreas de los cuales 1.388 pertenecían al Gobierno. El 23 de octubre de 1875 se inauguró el ferrocarril entre Lima y la Magdalena que algún tiempo después quedó abandonado. Los muelles de Arica y Pacasmayo, la aduana de Arica, el puente de Pacasmayo, la iglesia de Arica destinada primeramente a Ancón y la finalización de las represas del Rímac fueron obras públicas inauguradas durante este período. la NaVeGacIÓN eN el laGo tItIcaca.- Durante este período fue inaugurada la navegación por vapor en el lago Titicaca; se entregaron los vapores del Estado a una compañía particular y se concedió permiso para el establecimiento en dicho lago de otros vapores de propiedad privada. Uno de estos barcos fue construido originariamente por el Gobierno para la navegación en el Marañón y por eso se llamó Yavarí. el FerrocarrIl ceNtral. MINaS de cerro de paSco Y eNrIQue MeIGGS. el arreGlo de FeBrero de 1877.- En 1876 Enrique Meiggs, cuya situación económica era difícil, esbozó el plan de terminar el ferrocarril a La Oroya, construir el ferrocarril de La Oroya a Cerro de Pasco con sus propios fondos y formar una compañía para la explotación de las minas de plata y cobre de Pasco a condición de que se le concedieran todos los yacimientos, excepto los que estuviesen siendo trabajados (que abarcaban una superficie muy pequeña) y todas las obras públicas. Las personas que hubieran tenido concesiones y hubiesen hecho mejoras podían recibir el 10% del valor de los minerales por obtener. La propuesta fue aceptada por decretos de 12 y 14 de enero de 1877 durante el gobierno de Prado. El documento que legalizó este arreglo se firmó el 3 de febrero de 1877. La garantía nacional para la obra ferrocarrilera y minera proyectada (cuyo capital ascendía a 2.400.000 libras) estuvo constituida por los siguientes fondos: 1) La venta de 200 mil toneladas de guano con Meiggs como concesionario para su colocación en Estados Unidos; 2) La utilidad neta de las operaciones del ferrocarril del Callao a Cerro de Pasco; 3) Los derechos de exportación de maderas, metales y minerales; 4) La parte del Estado sobre la utilidad en el laboreo de las minas. Otras cláusulas del mismo arreglo se refirieron a la terminación de los ferrocarriles de Chimbote a Yuramarca y de Juliaca al Cuzco hasta Maranganí. Meiggs debía tomar la administración de esos ferrocarriles, así como las de las vías férreas de Pacasmayo y de Mollendo a Puno.
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PERÍODO 3
[ CAPÍTULO 21 ]