Enfrentamiento, usurpación y transacción de los derechos de posesión de la mascapaycha
los primeros días de enero o quizás el día de año nuevo, pues la denuncia realizada por Diego Roca Inca era del 19 de enero de 1685. Además, la junta se realizó en las casas de don Francisco Uclucana, cuando esta debió realizarse en las casas del juez de naturales o del Cabildo. Asimismo, esta junta habría estado compuesta, sobre todo, por la descendencia de Huayna Capac y quizás por la descendencia de Viracocha49. De esta forma, en medio del agasajo y creyendo conformar la mayoría, estos nobles eligieron como alférez a don Francisco Uclucana Sabaytocto e hicieron aprobar dicha elección con el general don Pedro Balbín, corregidor de la ciudad (1682-1690), sin tomar en cuenta la reacción del resto de los veinticuatro electores. En tercer lugar, sabemos que don Francisco fue alférez real electo entre enero y marzo de 1685 y que estuvo en el cargo hasta la nueva elección del alférez real, que era en junio. Ahora bien, el pedido para que se anulara dicha elección fue explícito y, de ser necesario, los nobles incas estaban prestos a dar información a través de los testigos sobre todo lo que refiriera al memorial. En este documento estos utilizaron calificativos duros contra don Francisco y su hijo, además de señalar que no eran las personas indicadas para sacar el estandarte real y para ponerse la mascapaycha, por no ser descendientes incas, [...] sino que es descendiente de los cañaris que para el día de Corpus salen con sus insignias de cañaris hechos soldados por que así lo ordenó el excelentísimo Señor Don Francisco de Toledo Virrey que fue de estos Reynos por sus ordenanzas, por que los dichos Cañaris y Chachapoyas no son naturales de dicha ciudad (Cuzco), sino que son advenedizos de los pueblos de Quito i Anca, que los dichos Ingas los llevaban a dicha ciudad para que les sirviesen porque al tiempo que se conquisto este reyno se hallaron con los conquistadores (españoles) i les dieron la insignia de cañaris y no pagan tasa sino que acuden a la cárcel a ser porteros i verdugos i por esta razón no pueden poner la insignia de mascapaicha ni sacar el Estandarte real que es gran daño de nosotros i de todos estos nuestros descendientes, porque no se pone un indio particular la dicha insignia es menosprecio a nuestra sangre real y las honras que nos hizo el Rey nuestro Señor en sus cedulas reales por nuestra nobleza i porque no los perdiésemos nos hizo merced a todos los descendientes de los ingas señores que fueron de estos reinos el que sacasen el dicho estandarte real para que nos conociesen todos los indios ingas... y para que se guarde la provisión que presentan suplican a vuestra excelencia mande confirmar la dicha provisión para que hagan ellos entre si la elección del dicho alferazgo i que se de por ninguna 49 De la descendencia de Viracocha habría estado don Francisco Sayri Tupa, hijo de don Francisco Suta Yupanqui, quien, en su testamento, en 1679, como ya dijimos, declaró como albacea a don Francisco Uclucana.
197