El estandarte real y la mascapaycha
Como puede observarse, a pesar de las opiniones abolicionistas, la elección del alférez real inca continuó50. El 20 de abril de 1815 se promulgó una real cédula en la que se señalaba que las llamadas Cortes Extraordinarias, en su decreto del 7 de enero de 1812, prohibían el paseo del pendón; sin embargo, después de haber hecho la consulta con el Consejo de Indias, se mandó que se restableciera y se continuara con una solemnidad tan antigua como el paseo del pendón real en las ciudades y pueblos donde se acostumbraba51. A pesar de estos inconvenientes, la elección del alférez real de los incas continuó con toda normalidad hasta 1820. Solo, como ya dijimos, en los años de 1813, 1814 y 1815 se dejó de elegir al alférez real, probablemente a causa de la rebelión de Mateo Pumacahua. Posteriormente, en los años de la independencia, el general don José de San Martín optó por una política mucho más conservadora respecto a los descendientes incas y convocó a los mejores vecinos de las ciudades de Arequipa, Cuzco, Trujillo. Las investigaciones de O’Phelan sugieren un gran cambio en la conformación de la dirigencia rebelde en el siglo XIX, en la que, a diferencia de las rebeliones del siglo anterior, la situación se revirtió: en ese momento fueron los criollos los que buscaron el apoyo de los curacas tras haber definido los objetivos de la rebelión y asegurado su liderazgo (O’Phelan, 1997). Después de 1820 continuó la elección del alférez. Así, en 1824, don Luis Ramos Titu Atauchi, procurador general de los naturales, presentó una petición a nombre de los nobles incas de las ocho parroquias del Cuzco, para que se continuase con el paseo del estandarte real y para que se completasen los veinticuatro electores de las casas de los incas faltantes. Tal como señala José Rafael Sahuaraura Titu Atauchi, se dejaron de usar los vestidos con atuendos incas, por lo menos hasta fines del siglo XVIII. Empero, para 1836, se volvieron a usar el vestido del inca y la mascapaycha, pues, a la llegada de don Andrés de Santa Cruz, apareció un joven de 29 años pomposamente vestido con el manto real de lama de oro y con su mascapaycha. Asimismo, en la recepción de 1839 del presidente don Agustín Gamarra, un joven vestido de Inca arengó en quechua su llegada. Para 1824, el pedido presentado por el procurador general de los naturales fue aceptado. Una vez completados los veinticuatro electores, se realizó la elección del alférez real inca y se sacó de paseo el estandarte real. En ese año fue electo 50
Entre los estudios sobre la presencia de los nobles incas después de la gran rebelión de Tupa Amaru es importante señalar los de Cahill (1988), Sala i Vila (1990) y O’Phelan (1997). 51 ARC. Hoja suelta, Administrativo. Cédula Real de fecha Madrid 20 de abril de 1815. «Para que en los Reynos de las Indias e Islas Filipinas se restablezca el paseo del Pendón Real en las ciudades y pueblos donde se acostumbraba, conforme a lo dispuesto por la Ley que se cita».
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