Capítulo 2 Establecimiento de la fiesta del apóstol Santiago y el origen del alférez real inca y del Cabildo de los veinticuatro electores En este capítulo trataremos de explicar, en primer lugar, aunque escuetamente, lo que significó la presencia del apóstol Santiago para los españoles en el momento de la conquista y la forma cómo, después, en memoria del triunfo español, la fiesta dedicada a este santo se convirtió en una de las festividades religiosas más importantes de la ciudad del Cuzco. En segundo lugar, explicaremos cómo esta fiesta dedicada a la conquista y triunfo español incluyó también a los nobles incas cuzqueños. Así, en relación con esa segunda proposición, desarrollaremos el origen del alférez real inca y el posterior establecimiento del Cabildo de los veinticuatro electores de las ocho parroquias cuzqueñas.
1. La fiesta del apóstol Santiago 1.1. Origen del culto a Santiago El culto al apóstol Santiago, patrón de las Españas, tiene su origen a comienzos del siglo IX. Cerca de la antigua ciudad de Iria Flavia se veneraba un sepulcro que, se decía, encerraba el cuerpo del apóstol Santiago. La opinión ortodoxa siempre admitió que el apóstol era Santiago el mayor, hijo de Zebedeo. Tal creencia semejaba a ciertos cultos precristianos de divinidades generales tales como Cástor y Pólux —dioscuros o hijos de Júpiter, uno de los cuales ascendía al cielo mientras el otro permanecía en la tierra como protector del hombre—. Santiago Matamoros apareció como razón de ser de la reconquista, hábil hechura del clero español que se vio obligado a cambiar al pacífico apóstol, hermano de Cristo, en un santo guerrero, adecuándolo a las condiciones particulares que existían en los pobres reinos del norte de la península. Es decir, de modesto discípulo del