El estandarte real y la mascapaycha
los indios infieles» (ibidem). Aunque otras interpretaciones señalan que la Virgen María extinguió el fuego encendido en el techo de paja por los rebeldes y que echó polvo o granizo en los ojos de las tropas enemigas haciendo que huyesen (Dean, 2002, p. 35). En conmemoración de esta aparición divina, la ciudad del Cuzco fue bautizada por advocación de «Nuestra Señora de la Asunción». En recuerdo y para conmemorar el hecho se edificó una estructura de adobe que sirvió de Catedral; allí estuvo el Santísimo hasta que se concluyó la actual Catedral en 1654: El antiguo edificio fue demolido y allí se levantó un grandioso templete o Capilla abierta de cantería y cubierta de media naranja. Durante los años de 1729-1732, el Obispo Serrada recubrió el templete con una estructura de piedra creando así el actual Templo del Triunfo, obra del arquitecto Ángeles Menchaca de la Orden Carmelita. Como recuerdo, Serrada mandó hacer una réplica de plata de casi dos metros de altura la cual pese a su decoración testimonia lo que el templete fue. A su instancia los caciques del Cuzco costearon los lienzos que decoran los medios puntos del «Triunfo». Dado que los donantes descienden de los indígenas vencidos, en el lienzo principal que teóricamente debía mostrar a la Virgen venciendo a las tropas de Manco Inca se suprime a los vencidos quedando solo María que baja al Sunturhuasi y es conocida como la Virgen de la Descensión. Tres caciques con sus respectivas esposas se hallan de hinojos y orantes a sus pies. Los varones visten a la española pero llevan la bincha y llauto que testifica su noble estirpe. Junto a Maria están Santiago, cuya presencia es obvia como autor del triunfo del Sunturhuasi, y San Elías, Patrón de la Orden Carmelina a la que pertenecía el obispo Serrada (Mesa & Gisbert, 1982, I, p. 212).
1.3.2. La aparición del apóstol Santiago
La información cronística señala que las apariciones de la Virgen María y del apóstol Santiago se dieron en diferentes momentos en que duró el sitio o el cerco por parte del ejército de Manco Inca. La duración del cerco varía entre nueve meses a más de un año. El asalto final de Sacsahuaman se habría producido entre fines de 1536 y los primeros meses de 1537, de acuerdo con la estación del año. En los meses de diciembre y enero se nota la presencia de fuertes lluvias con granizadas acompañadas con rayos, por ello, es muy probable que la aparición del apóstol Santiago haya estado relacionada con este fenómeno natural. En esa ocasión, los españoles simularon huir de la ciudad tomando el camino de Chinchaysuyu para luego volver contra sus perseguidores y tomar por sorpresa la casa del Sol o Fortaleza de Sacsahuaman.
82