Kiskurra Taberna Duque de Mandas, 40 - DONOSTIA - Tf: 943 572 678
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igo homenajeando a las taskas más castas de Donostia, y no podía dejar sin traer a esta portada a Peio Ostolaza, zestoarra de nacimiento, azpeitiarra de adopción y donostiarra los últimos 34 años desde que el 20 de marzo de 1987 inaugurara el Kiskurra, bar en el que ha metido más horas que un campeón moldeando a su imagen y semejanza uno de los locales con más personalidad del barrio de Gros. Kiskurra es un bareto auténtico y canalla, un reducto rebelde y contestatario que ha sido punto de reunión, fiesta y martxa de la juventud más combativa durante los revulsivos años 90 y que ha evolucionado, al son de la edad de su propietario y alma mater, convirtiéndose a día de hoy en un lugar más relajado en el que disfrutar de un buen bokata, una infusión, una cerveza artesana o ese café con hielo inimitable que lleva décadas siendo el emblema de la casa. Kiskurra es uno de esos bares en los que nunca falta gente ni conversación, en los que la clientela habitual se mueve como Pedro por su casa, en los que raramente nos encontraremos a un turista y en los que seremos atendidos con esa informalidad tan donostiarra que cada vez cuesta más encontrar entre el modelo de servicio ortopédico y estirado que se va imponiendo en los locales de nuevo cuño. Kiskurra es un bar por el que no ha pasado el tiempo y nos retrotrae a años anteriores en los que la estética y la música de los bares dejaba clara la tendencia de los mismos con la diferencia de que la afabilidad de su propietario y la calidad y seriedad de su propuesta ha hecho que sea frecuentado por una clientela terriblemente variopinta en edad y orientación entre la que se incluyen muchas personas que hace 30 años no habrían puesto un pie en el mismo ni aunque les pagaran por ello. Un gran logro de un tabernari de pura cepa que lo ha dado todo por su negocio y que es apreciado y respetado en su gremio como pocos. (*) Texto publicado el 03-04-2021 Fotografía de Ritxar Tolosa
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