D iccionario
biográfico - estadístico de los matadores de toros españoles olvidados del siglo
XX
de 1990, con novillos de Sierra Guillén en unión del vallisoletano Manolo Sánchez y Pedro Carra. Tuvo un debut muy lucído al ser ovacionado en su primer novillo y cortar las dos orejas y el rabo del segundo, saliendo a hombros de la plaza con sus compañeros. Continuó toreando novilladas picadas durante cinco años toreando por lo general corto número de festejos, hasta que en 1995 decidió doctorarse, el 16 de agosto, de salmón y oro, en Alfaro (La Rioja), sin duda, para retirarse con la categoría de matador de toros, pues fue la única corrida que toreo sin que volviera a vestir el terno de luces en temporadas posteriores. Para tal acontecimiento se corrieron toros de Vasconcellos y alternó con Ortega Cano y Manuel Díaz “El Cordobés”, que fueron respectivamente su padrino y testigo de la ceremonia. Ortega Cano le cedió el toro “Limón”, negro bragado, herrado con el número 17, al que cortó las orejas tras una faena de enjundia, e idéntico triunfo conseguiría en el último toro de la corrida saliendo a hombros con sus compañeros, que cortaron tres, y cuatro orejas respectivamente. Había toreado hasta la fecha 75 novilladas picadas y esa única corrida como matador de toros.
Díaz Pérez, Francisco “PACORRO”
Matador de toros nacido en Sevilla, el 26 de marzo de 1887 en el seno de una familia acomodada, pero su precoz afición lo llevó a ser considerado como un niño prodigio desde que empezó a torear con tan solo once años en la cuadrilla que formaban Joselito y Limeño, por lo que unido a su corta edad e inteligencia para lidiar en la plaza pronto fue punto de mira de los aficionados que veían en él a una futura figura del toreo en ciernes. Debutó en dicha cuadrilla en 1909 en la plaza de Cádiz, y en 1910 ya figuró como sobresaliente de ambos matadores, estoqueando algunos novillos. Sin embargo, en 1911 no pudo torear a causa de la Ley de la Protección de la Infancia. En 1912 se independizó de Joselito y Limeño y formó cuadrilla con José Sánchez “Hipólito”, formación juvenil en la que Manuel Blanco “Blanquito”, era el director de lidia. Ese mismo año debutó la cuadrilla en la plaza de Vistalegre, de Carabanchel (Madrid), con novillos de Ildefonso Gómez, y el joven Pacorro causó una sensacional impresión en los aficionados y prensa especializada. En 1913 la cuadrilla toreó 16 novilladas, y al final de la campaña, se disolvió. Las temporadas de 1914 y 1915 las hizo suelto, toreando pocos festejos, pero en plazas importantes, presentándose
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