D iccionario
biográfico - estadístico de los matadores de toros españoles olvidados del siglo
XX
Barrero Alfonso, José Luis “JOSÉ LUIS BARRERO”
Matador de toros nacido en Salamanca el 28 de julio de 1938, que se dio a conocer en sus inicios profesionales con el apodo de “El Chato de las Peñuelas”, haciendo alusión al popular barrio donde habitaba. Se aficionó a los toros viendo la película “Currito de la Cruz”, caso que se dio en más de un torero, y vistió por primera vez el traje de luces el 17 de junio de 1956 en Zamora, alternando con Miguel Guerrero y Fondaco. Continuó toreando aún cuatro años más sin picadores, hasta el día 17 de abril de 1960, que debutó en Pamplona con los del castoreño, alternando con Jesús García en la lidia de utreros de la ganadería de María Antonia Fonseca. En la siguiente temporada –1961– su nombre rompió las barreras locales y toreó 40 festejos sin picadores y 20 con ellos, siendo uno de estos últimos, el de su presentación en Barcelona, el 25 de julio, alternando con Alfonso Vázquez “Vázquez II” y Jesús Murciano “El Suso”, en la lidia de novillos de Isaías y Tulio Vázquez. Continuó toreando con éxito sin presentarse en las Ventas, tras reiterados éxitos en la plaza de Vista Alegre de Carabanchel, hasta el domingo, 15 de julio de 1962 alternando en esta ocasión con el extremeño Luis Alviz y Efraín Girón, en la lidia de cinco novillos de Rodríguez Pacheco Hermanos (1º, 2º, 3º, 4º, 6º) y uno del marqués de Albayda (5º). Barrero dejó constancias de sus buenas maneras para interpretar el toreo y fue ovacionado en el primero y dio una vuelta al ruedo en el segundo de su lote, siendo el mejor parado de la terna. En 1963 toreó 14 novilladas y en 1964 intervino en 21, hasta el 13 de septiembre, que recibió la alternativa en Salamanca, de blanco y plata, de manos de Pedro Martínez “Pedrés” con Santiago Martín “El Viti” de testigo y toros de Sepúlveda de Yeltes; el toro de la ceremonia llevaba por nombre “Hojarasca”. Su actuación fue brillante. Cortó dos orejas y salió a hombros de la plaza. Buenos comienzos. Con la fuerza que le había dado su reciente doctorado fue a revalidarlo en Madrid el día 27 de ese mismo mes, esta vez, de manos del venezolano César Girón con Luis Parra “Jerezano” de testigo, que resultó herido de gravedad, con toros de Manuel Aleas (5), y uno de Salvador Guardiola (4º). El confirmante estuvo discreto aunque sin dar lo que se esperaba de él en los tres toros que mató, siendo ovacionado en el primero y silenciada su labor en los otros dos toros. Cerró su primera temporada de matador de toros con 9 corridas de toros, y subieron a 14 sus contratos en 1965, uno de ellos el de su presentación en la plaza de Nimes (Francia), el 24 de octubre, con
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