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JAL-J
THE CITY NEWSPAPER
Al Vencido hay que Darle la Mano para que se Levante, de lo Contrario…
REDACCIÓN, The City Newspaper- Al cumplirse un aniversario más del comienzo de la Primera Guerra Mundial (28 de julio de 1914), recordamos algunas lecciones que son importantes tenerlas presentes, por su carácter reiterativo en el contexto del desarrollo del ser humano y precisamente en los conflictos que él mismo nunca dejará de encender y sufrir, en consecuencia. Bien lo dice la máxima: “la historia es una gran maestra con sus alumnos despistados o distraídos.” En tal caso, hay que repasar los hechos históricos, conocerlos, para que, igual a los gigantescos paquidermos, “no pasemos nuevamente por los mismos sitios donde cometimos los errores o se generó un peligro latente.” En este caso concreto, antes, durante y al final de la firma del armisticio por parte de las potencias vencedoras, con Francia a la cabeza, y el II Reich alemán vencido, extraemos una de las lecciones más importantes que debe recordar el político y el hombre de Estado de toda superpotencia y que se fundamenta en que, “si los líderes de los países vencedores hubieran tratado a los alemanes con displicencia, comprensión y, sobre todo, con actitud futura, se hubieran ahorrado los posteriores sufrimientos de inmensa envergadura y el derramamiento de sangre que se dieron durante la siguiente II Guerra Mundial.” Y ese error lo han repetido nuevamente en el Irak post-Saddam Hussein; y en la Libia post-Gaddafy. Y subrayamos: al vencido hay que extenderle la mano para ayudarlo a levantarse. El odio expresado por el mariscal francés Ferdinand Foch y el oportunismo del enviado británico, George Hope, ante el emisario y negociador alemán, el judío Mathias Erzberger, a quien querían despedazar tácitamente y con él a toda Alemania, antes que observar lo que podría sobrevenir en el futuro, fueron actitudes, si se quiere demenciales,