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THE CITY NEWSPAPER
Jaque-Mate a Donald Trump WASHINGTON D.C- (Especial para The City Newspaper) Mal augurio para un individuo que comenzó mal su trajinar por la presidencia de los Estados Unidos, continuó de mal en peor, y va a finalizar como debería; es decir, derrotado de manera aplastante, según hacen ver los indicios del comportamiento del electorado en las últimas encuestas hechas a nivel nacional. En dichos sondeos se le da “el jaque” a este fulano que nunca debió ser presidente de la primera potencia mundial y que le debe su triunfo electoral a su adversaria, Hillary Clinton, a quien los estadounidenses le cobraron lo pésima Secretaria de Estado que fue durante la última administración de Barack Obama; de otra manera, si el candidato adversario hubiera sido otro distinto a la Clinton, el postulante republicano, Trump, jamás hubiese ganado las elecciones. Es decir, los votantes se precipitaron por aquel que fue diferente a la Mrs. Clinton y no por la capacidad, mucho menos la experiencia, ni la inteligencia de Trump. Eso fue así y nunca de otro modo. Pero es lamentable que a los votantes se les presenten solo esas dos posibilidades en las que tiene que optar por “el menos malo” o por “el diferente”; aunque salga perdiendo en las dos probabilidades, tal y como ha sucedido en esta ocasión con Donald Trump. Su paso por la Casa Blanca han sido tres años y medio perdidos y cuando falla el mandatario de los Estados Unidos, falla también en el resto del planeta; porque, repito incansablemente, ser presidente de la Unión Americana, supone de igual manera ser el presidente del mundo. Lo malo o bueno que se haga en Washington, repercute ineludiblemente en todas las naciones del orbe. Es así como Donald Trump ha sido su peor enemigo, él mismo ha socavado su propia imagen ante el público votante de su país. Desde la primera semana en la Oficina Oval, comenzó a nombrar y deshacerse de asesores con una celeridad pasmosa, demostrando, de paso, que los seres humanos no le importan nada y está siempre dispuesto a pisotearlos y humillarlos; y, después de haber