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JAL-J
THE CITY NEWSPAPER
desconocido para los costarricenses, se le ocurrió enviar una misiva exigente al presidente Carlos Alvarado. El mismo comunicado emitido por la Casa Presidencial de Costa Rica, añade: “El Gobierno (…) lleva adelante dos acciones concretas. La primera es un trabajo coordinado entre distintas Instituciones que se mantienen en el terreno desde meses atrás, como el Ministerio de Salud, el Ministerio de Seguridad Pública, la Dirección General de Migración y Extranjería, la Caja Costarricense de Seguro Social, entre otras, que ha dado una respuesta efectiva, y que a la fecha, ha permitido el rechazo de más de 15,500 personas que pretendían ingresar de manera irregular al país.” Así según las palabras del Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Rodolfo Solano Quirós. Y el texto continúa: “La segunda iniciativa es un plan de cooperación sanitaria en el contexto del Covid-19. Con las agencias del Sistema de las Naciones Unidas acreditadas en Costa Rica, y las Instituciones nacionales antes mencionadas, que tienen presencia en la zona norte. Este plan no tiene vinculación alguna con propuestas como la que ya se indicó, que es inviable (la del nica Leiva)”. Y con esa declaratoria oficial, el susodicho Leiva tendrá que buscar a otro país para que acoja, soporte y mantenga a esos nicaragüenses que una vez aclamaron al Frente Sandinista y hoy, enfermos por la pandemia, ya no toleran a los tiranos Ortega/Murillo y a su anti-política inhumana, analfabeta, retrógrada y criminal. ¡A otros sitios con esa amarga e inaudible canción!
De “Cuarterías” y Otros Temas Deprimentes SALA DE REDACCIÓN, The City Newspaper- El origen de las “cuarterías” en el que fuera el bello San José de Costa Rica, parte desde 1979, cuando unos cuantos políticos irresponsables, demagogos y enemigos de la democracia y la decencia, pujaron por derribar a la dictadura de los Somoza en Nicaragua, para montar a otro dictador peor, llamado Daniel Ortega, y su camarilla de secuaces comunistas, ladrones y asesinos. De inmediato, la oleada de nicaragüenses desposeídos y anticomunistas, se vino para la intranquila Costa Rica, que estaba bajo el despótico y desordenado gobierno de Rodrigo Carazo Odio, el mismo presidente errático, quien, junto a Herrera Campins, en Venezuela; Omar Torrijos, en Panamá; Fidel Castro, en Cuba; y Jimmy Carter, en los Estados Unidos, desplazaron a Anastasio Somoza para heredarnos a los costarricenses la bazofia sandinista, tal y como la hemos sufrido desde que asaltaron al poder. Lo mejor del caso es que Carazo, Castro y Torrijos ya murieron (¡Gracias a Dios); pero el problema de la inmigración ignorante, hambrienta, sin trabajo, delincuencial e inculta, nos sigue inundando desde Nicaragua.