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JAL-J
THE CITY NEWSPAPER
Sin duda se trata de un personaje enfermo, quien, cada día que sale a la opinión pública, aparece equivocado, errado y sin rumbo fijo en su mal llamada “política-Trump”, de cara a los Estados Unidos y al resto de la humanidad. Cuatro años más, en el caso de que resultara reelecto en los próximos comicios nacionales, sería el acabose de esta nación en todos los órdenes imaginables (social, económico, bélico, de salubridad, etc.); y la posibilidad de generar una mayor incomprensión e inestabilidad en el planeta, por causa de sus erráticas decisiones. Hoy más que nunca, los estadounidenses tienen en sus manos la posibilidad de corregir el error que los hizo votar por Trump –aunque comprendemos que Hillary Clinton hubiese sido peor-, llevándolo a la derrota ante el demócrata Joe Biden, porque se trata de salvar a los Estados Unidos y con ellos al planeta entero, ahora más que nunca, porque el problema ya no está en Afganistán con los talibanes, en Irak y Siria con el Daesh (o Estado Islámico) o en la Venezuela narco-comunista, sino en el mismísimo epicentro político de los Estados Unidos, en la Casa Blanca, en Washington D.C. Esa misión tiene un nombre: la desaparición de Trump del tinglado administrativo del país… para siempre.
Un Libro Más Contra Trump
WASHINGTON D.C.- (Especial para The City Newspaper). Hace algún tiempo atrás cometí el imperdonable error de comprar, a un precio “estratosférico”, un libro escrito sobre el presidente estadounidense, Donald Trump. “Mordí el anzuelo” que me lanzó el poderosísimo y convincente marketing norteamericano, porque si una virtud tienen en este país, es la de hacer un fenomenal mercadeo que tiende a convencer a “tirios y romanos” por igual. “Caí redondo” y me lamento por ello, yo mismo me soslayé y tiré por la borda mi opinión de que, al comprar un libro, tiene que ser de un escritor de verdad y no de los tantos que han surgido alrededor del planeta, semejantes a “margaritas” en un prado abierto. Porque si algo ha sucedido últimamente, es que cualquiera escribe un libro, si tiene el dinero para pagar su impresión; es así como la viuda del narcotraficante y asesino, Pablo Escobar Gaviria, escribió un voluminoso libro (o se lo escribieron, que es lo más creíble), su hijo Juan Pablo “Marroquín”, hizo lo mismo; su ex sicario, Jhon Jairo Velásquez, también escribió su libro que, incluso, fue llevado a la televisión por la productora holandesa, Netflix. Y de igual manera podemos decir de Isabel Allende, cuyo apellido vende mucho; o del brasileño Pablo Coelho, ambos de moda en la década de los años 90 y de quienes ya no se habla ni un ápice, porque si hubiesen sido escritores de verdad, estarían ahí, en el mismo sitio de Balzac, Víctor Hugo, Goethe, Günther Grass, Cervantes Saavedra y todos los clásicos de quienes no dejamos de escuchar a pesar del tiempo transcurrido.