Jean-Pierre Protzen y Stella Nair
Figura 4.9. Parte posterior de la Piedra de los Cinco Nichos (izquierda) y del Pequeño Puma (centro) (dibujo por Jean-Pierre Protzen, publicado por primera vez en Journal of the Society of Architectural Historians).
Otra pregunta que nos hicimos fue sobre el contexto del Escritorio del Inca. Las ranuras para grapas en su cara superior claramente indican que otras piedras debieron haberse conectado con este (figura 4.10). No encontramos ninguna de las piedras correspondientes, pero una de las piedras en el mismo plano que el Escritorio del Inca habría podido completar los motivos de cruz. La otra piedra, como sugiere la ranura para grapas en el otro extremo, estaba enganchada de forma perpendicular a la cara del Escritorio del Inca. Esto hace que el Escritorio del Inca sea una piedra siniestra colocada en la esquina izquierda de un espacio interior. Como veremos en el Epílogo, nuestra piedra Escritorio II es un fragmento de lo que alguna vez fue el equivalente diestro del Escritorio del Inca (figura E.02). Esto, nuevamente, resalta la importancia de la simetría en la arquitectura tiahuanaco. Las puertas de tamaño completo en contexto Hemos mencionado repetidamente que las puertas de tamaño completo no eran composiciones completas en sí mismas, sino que debían conectarse con otras piedras no solo para completar la composición, sino para extender el contexto de las puertas. Si bien no hemos encontrado las piedras que se puedan vincular directamente a ninguna de las puertas, las numerosas ranuras para grapas, escondidas o simples, en las puertas nos dan pistas desde las que reconstruir el contexto de forma general, si bien no con detalles. Las tres puertas de Pumapunku tienen ranuras para grapas 233