Las piedras de Tiahuanaco: Arquitectura y construcción de un centro megalítico andino
¿Cámaras subterráneas? Posnansky describió las tres pequeñas estructuras excavadas por Courty en Chunchukala como cámaras subterráneas. Mencionó también una cámara similar descubierta por saqueadores al norte de las primeras tres (Posnansky, 1945, vol. 2, pp. 113-115). Posnansky hizo un gran esfuerzo en imaginar cómo se ingresó y techó estas estructuras (1945, vol. 2, p. 115, figura 40). ¿Pero fueron estas cámaras realmente subterráneas? En su reporte de la excavación de Courty, Créqui-Montfort no dijo que así fuese, ni tampoco estamos convencidos al ver las fotografías que publicó Posnansky (1945, vol. 2, figuras 37 y 38). Las tres cámaras parecen tener entradas evidentes al nivel del suelo. La fotografía de la cuarta cámara no muestra suficiente detalle como para llegar a una conclusión sobre su naturaleza (1945, vol. 2, figura 39). El lector recordará las pequeñas cámaras que fueron construidas en el muro perimétrico de Putuni. Estas dan la sensación de cuartos subterráneos y, por ello, son probablemente análogas a las cámaras descritas por Posnansky.
Observaciones finales Si Tiahuanaco estuvo trazado siguiendo un plan maestro, las manifestaciones de sus principios organizativos subyacentes —si es que existieron— se han perdido o se encuentran todavía enterradas bajo sus ruinas. Ya que las distintas estructuras no guardan relación evidente entre sí, y porque cada estructura parece ser autocontenida, los restos todavía visibles dan la impresión de haber sido el producto de un crecimiento gradual en lugar de uno planificado. Las pistas sobre las prácticas de planificación a escala urbana y largo plazo en Tiahuanaco podrían quizá descifrarse de su sistema de canales subterráneo, pero para ello primero debemos conocer mejor su trazado y extensión. Los fragmentos del sistema descubiertos hasta la fecha no terminan de contar una historia coherente. Los constructores de Tiahuanaco sí planearon las estructuras individuales, si bien no a una escala urbana. Diseñar una estructura con las dimensiones de A kapana, Kalasasaya o Pumapunku, con ángulos rectos perfectos, y preparar el sitio para su construcción, es una misión que descarta toda posibilidad de improvisación: demanda visión sobre la apariencia final de la estructura y previsión de los procesos de construcción, materiales necesarios y la mano de obra requerida. La visión y previsión necesarias sugieren que pudo haber existido una división entre quienes concebían y quienes construían un edificio. Si es que existió o no tal división de la fuerza de trabajo, el solo volumen de la construcción implica tareas de comunicación y coordinación; comunicación de lo que se tenía qué hacer y cómo, dónde, cuándo y por quién, y coordinación de las diversas actividades de construcción, desde la extracción 70