CAPÍTULO 20
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UN REGALO ESPECIAL Y PREPARACIONES PARA EL INVITADO
Conforme seguíamos trabajando, la taza de madera (Kuksa) de Sieg comenzó a tomar forma. —Está un poco torcida. —No, para un principiante está bien. La impecable taza semi-circular se completa con una capa de cera; aunque su primer producto se ladeaba ligeramente sobre la mesa, le dije que se podía usar aun si se llenaba con alguna bebida; no obstante, Sieg solo hizo una expresión triste. —Ya que la hiciste tú, ¿qué tal si se la regalamos a tus padres? También les daré la que yo hice. —¿Te parece bien? ¿No es una fuente importante de ingresos? —Sieg, se dice que esto atrae a la felicidad. Por eso quiero que tus padres la tengan. —… —Lo podemos enviar con una carta. Le di unas palmaditas a Sieg, quien lucía todavía preocupada, y fui a mi habitación por papel y una pluma fuente. Cuando regresé a la sala, Sieg estaba comparando la kuksa que usábamos y la que ella acababa de hacer. —Atrae la felicidad, eh. —Ajá. Ah, la que tú estás usando la tallé luego de que decidiéramos nu estro matrimonio. —¡¡!! —La fabriqué con un nudo de abedul de granos muy finos que había guardado para—Conque así fue. No lo sabía. —Está muy bien hecha, ¿cierto? —Sí, gracias… Eeh, no estoy muy segura de que debería decir. - 110 -