La vida temporal en el País de la Nieve del Noble del Norte y su Esposa, la ave de rapiña
Por supuesto, la savia no se puede usar así como está. Necesitamos filtrar las impurezas con un fino trozo de tela. Pasé todo un día filtrando la savia. Además, como no se conservan por mucho tiempo, teníamos que trabajar rápido. La savia se puede usar como producto de belleza solo por unos días. Por lo tanto, se combina para formar jabón, se bebe tal y como está, o se usa para cocinar. —¿Puedo tener un poco? —Claro. Le entregué una pequeña botella llena de savia de abedul. —¿Lo vas a usar para lavarte la cara? —Sí, pensé que podría hacer desaparecer mis pecas. —¡¿Eh?! ¡¿Vas a deshacerte de tus pecas?! ¡¿Por qué?! ¡Son lindas! —… Sieg estrechó los ojos como si me estuviera condenando. —Tus pecas… son tan sutiles que tienes que estar cerca para verlas; así que no creo que sea necesario eliminarlas. —… —Dime, Sieg, ¿sabe rica la savia cuando la bebes? —… Sieg me seguía viendo con una mirada rígida. Jamás diré que una Sieg preocupada por sus pecas era linda incluso si fueran a romperme la boca. —¿Cuándo revisaste mi piel? —Me pregunto cuándo~. Lentamente fui retrocediendo, planeando mi escape. —Bueno, ya me tengo que ir. —¡Espera! Di media vuelta y estaba a punto de salir cuando me atrapó por el cuello de la camisa. Después, recibí un estricto interrogatorio de Sieg, la cual había regresado a ser un soldado.
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