CAPÍTULO 31
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UNA VISITA REPENTINA
Hoy daremos un paseo por el bosque… o, al menos eso me gustaría decir, pero tenemos cosas que hacer. Ahora que la primavera había llegado al bosque, la nieve se derritió y nuevas hojas brotaron, por lo que todo se encontraba teñido de un brillante verde. En un día como este, salimos a recolectar hierbas aromáticas y medicinales. Las hierbas silvestres se utilizan como especias para cocinar o para elaborar productos cotidianos. Mientras le explicaba a Sieg la clase de hierbas que había, caminamos por el tranquilo bosque. Más o menos para la hora del almuerzo, la bolsa de piel estaba repleta de varios tipos de hierbas. —Deberíamos regresar pronto. —Sí~. Ah, espera. Ayer en el río, coloqué una trampa para peces. Como quería recogerla, nos dirigimos allí. La trampa fue hecha tejiendo hiedra cocida. Aunque se trata de un artículo muy sencillo, se construyó de tal forma que es imposible escapar luego de entrar, además tiene migajas adentro a modo de cebo. Tras tomar la cuerda adjunta a la estaca, recuperé la trampa. —Ah, hay bastantes. —Fue una gran pesca. Adentro de la trampa en forma de canasta había alrededor de veinte pescados pequeños llamados “muikku” moviéndose alrededor. Luego de sacar el agua, los metí en la bolsa. Una vez en casa, tomamos algunas hierbas para secarlas al sol. Las puse sobre una malla de alambre y las cubrí con una tapa de malla para sujetarlas. En cuanto al resto, las procesaremos con diferentes métodos como calentándolas, pulverizándolas e hirviéndolas, así que dejaremos el resto para después. - 180 -