CAPÍTULO 53
%
EL ALMUERZO DE MI AMADA ESPOSA Y LA GRAN COSECHA DE OTOÑO
Otoño era la época para cosechar los vegetales que plantamos a principios de primavera. Este año, la temperatura fue inestable, así que los cultivos no crecieron muy bien. Bueno, sucedían cosas cada año, por eso generalmente cosechábamos sin esperar mucho. Los tubérculos, que eran relativamente fáciles de recoger, eran cosechados por los niños. Era encantador ver a los niños jalar las zanahorias y excavar las patatas. Cuando llegó la hora del almuerzo, todos comían los almuerzos que empacaron en casa. El día de hoy, Sieg lo preparó por mí. Siempre lo hacía yo mismo, así que me conmovió. Me pregunto que me habrá preparado Sieg. Abrí la canasta con mi corazón latiendo. Lo primer que vi fueron tres patatas enormes. Estaban cocinadas apropiadamente y fueron sazonadas con sal y hierbas. Aparte de esas, había una larga salchicha a la parrilla que sobresalía bastante. Las patatas y la salchicha fueron cosas que nos enviaron la familia de Sieg. Alrededor de los bordes de la canasta también había pequeñas botellas. Repollos encurtidos. ¿Me pregunto si fueron hechos por Sieg? Pensé que era novedoso colocar botellas en la caja del almuerzo. El platillo principal era carne bien frita y crujiente. Además de eso, había pequeñas rebanadas de limón. Lo anterior fueron los contenidos del almuerzo de mí amada esposa. ¿Cómo debería decirlo? ¡El sentimiento de una militar, que no está acostumbrada a cocinar, preparando el almuerzo seriamente era grandioso! Que el alimento base fueran patatas en lugar de pan también mostraba las costumbres del país natal de Sieg. El almuerzo casero estuvo delicioso. Tanto que casi deseé haber mirado a hurtadillas cómo lo preparaba de ser posible. Luego de comer, comencé a trabajar otra vez por la tarde. Los vegetales cosechados se reunían en un solo lugar y hombres con buenos ojos se encargaban del proceso de selección.
- 304 -