CAPÍTULO 13
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RITZHARD ENTRA EN PÁNICO
Han pasado un par de días desde que comencé a vivir con Sieg. A excepción de la familia de raza marcial, ha pasado una década desde que cohabité con alguien; así que estaba tratando de no dejarme llevar. Todos los días estaba relajado, así que, evidentemente cometí algunos errores. Una mañana, me desperté más temprano por alguna razón, pensé en esperar a Sieg en la sala de estar. Seguía oscuro afuera, pues el sol aún no salía. En medio de las penumbras, partí de mi habitación todavía con mi ropa de dormir. —¿Eh?Por algún motivo, la puerta a la habitación de Sieg se encontraba ligeramente abierta. Siempre estaba cerrada por completo; pero, ¡¿cómo sucedió esto?! Me preocupé, así que toqué ligeramente a la puerta y dije: —Sieg, Sieglinde. La llamé varias veces, pero no obtuve respuesta. Solo pude sentir un mal presentimiento. El ruido de mi corazón latiendo hizo eco en mi cabeza. —Disculpa, Sieg. Sabía que era algo que no debería de hacer; pero, entré a la habitación de Sieg. —¡¿?! Desde luego, la habitación estaba a oscuras. No obstante, cuando entré, no había nadie allí. …Sieg no está aquí… Regresé a mi habitación y encendí una linterna para investigar apropiadamente; a pesar de eso, no pude encontrar a Sieg. Bajé al primer piso y busqué por los cuartos en pánico; pero, no había ni un alma. —¡¿Dónde estás, Sieg?! Eché un vistazo alrededor de la mansión; pero, allí también reinaba el silencio. En la casa del perro, el establo de los renos y el taller de trabajo, todo estaba silencioso. Sentí - 72 -