CAPÍTULO 01
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CITA CON EL DESTINO
El baile en el país extranjero al que soy invitado una vez al año, es un lugar donde hombres y mujeres buscan candidatos para contraer matrimonio. La atmósfera del salón se encontraba lleno de vida. No se podía evitar. No había muchas ocasiones en las que hombres y mujeres podían socializar. Apoyando mi espalda contra la pared junto a mi amigo, hice contacto visual con la señorita en frente de mí. Su cabello rubio estaba apropiadamente peinado y la piel que se podía ver entre su vestido rosa pastel brillaba intensamente. Asumí como quise que estaría en medio de su adolescencia debido a su ineptitud en el baile. Todavía era joven, pero su cuerpo ya era lo suficiente voluptuoso. Inconscientemente posé mis ojos sobre sus pechos; no obstante, cuando subí la mirada para contemplar su rostro y le sonreí, sus mejillas de inmediato se ruborizaron de un profundo rojo. ¡¡Puedo hacerlo!! No tiene sentido presumir, pero confío totalmente en mi apariencia. Mi largo cabello blanco-plateado, insólito en todo el mundo, se encontraba trenzado y colgando sobre mi hombro izquierdo. Asimismo, los ojos azul profundo que únicamente aparecían en nuestra raza, recibieron en repetidas ocasiones halagos sobre que eran los más hermosos incluso entre nuestra gente; aunque mi personalidad era algo cuestionable. Por consiguiente, mi apariencia era muy notable en el baile, con solo una sonrisa mía las mujeres se acercaban. Junto a mí, escuché a mi amigo decir «Es suficiente», pero no podría importarme menos. Se trataba de una oportunidad que venía solo una vez al año. No puedo darme el lujo de dejarla pasar. Sin embargo, nada en el mundo resulta como uno quiere. La dama de compañía detrás de ella le susurró algo. Luego, la señorita que sujetaba sus mejillas avergonzadamente se fue de inmediato. —Ah~. —Nada de «Ah~».
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