el Sol
este diario vespertino dirigido por el político y periodista Ignacio Brandariz fue fundado en marzo de 1926. Su dirección pasó luego a José M. Valega. por esa misma época Brandariz fundó el diario la noche, que, junto con el Sol criticó duramente el gobierno de leguía. ambos medios fueron clausurados y su fundador apresado en la isla de San lorenzo hasta la caída del régimen.
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ADENDA
[ CAPÍTULO 4 ]
Sobre el asalto a los dos primeros el 10 de setiembre de 1919 y la expropiación del segundo de ellos en marzo de 1921 se trató antes en el tomo 14, capítulos 2 y 3. Algunos miembros del personal de La Prensa expropiada hallaron alberge en El Comercio. Desde el destierro Ruiz Bravo vendió sus acciones de El Tiempo a Luis Bustamante y este las traspasó hacia 1927 a Fernando Reusche, Foción Mariátegui y Celestino Manchego Muñoz. Diarios nuevos aparecidos durante el mismo período fueron El Sol que fundó en marzo de 1926 Ignacio A. Brandariz y dirigió luego José M. Valega; La Noche, ágil vespertino iniciado en 1927 por Brandariz y Ezequiel Balarezo y Pinillos; El Mundo de gran formato editado por Carlos Enrique Paz Soldán y Sebastián Lorente y Patrón y dirigido por Óscar Fritz. La Razón de José Carlos Mariátegui solo vivió durante la campaña electoral de 1919 y los primeros meses de la “Patria Nueva” y se caracterizó por haber querido ser obrerista y populista y por haber iniciado la reforma universitaria con una serie de artículos de crítica a diferentes catedráticos de San Marcos. Después de 1921 se esfumó todo atisbo o destello de oposición. Los diarios no fueron, en aquella época, salvo en excepcionales momentos hasta 1925, una expresión de las pugnas de la opinión pública. Durante la huelga de los linotipistas iniciada el 5 de octubre de 1919 que paralizó las actividades de los diarios de Lima durante nueve días, Las Noticias fue el órgano de aquellos y La Prensa Unida de los propietarios de periódicos. El 7 de octubre los huelguistas consintieron en participar con su trabajo en una única publicación de homenaje a don Ricardo Palma, fallecido el 6 de octubre.
[ III ] andRÉS aVelIno aRaMBuRÚ.- Andrés Avelino Aramburú nació en Lima el 10 de noviembre de 1845. Fue alumno laureado de San Carlos. Empezó su carrera periodística antes de cumplir la edad de la ciudadanía al enfrentarse en 1864 al gobierno de Pezet, desafiando vinculaciones tradicionales y afectos íntimos. Publicó entonces, con sus compañeros de aula, La Voz del Patriotismo. Hizo luego periodismo de oposición contra la administración de Balta y formó parte de la redacción de El Nacional, Participó con denuedo, entusiasmo y brillo en la gran campaña cívica a favor de la elección de Manuel Pardo en 1871 y 1872 y fue tomado preso en tres oportunidades. El 1º de diciembre de 1873 apareció el primer número de La Opinión Nacional, diario que fundó junto con Reynaldo Chacaltana y Manuel María Rivas, aunque luego ambos se separaron de la empresa Se enfrentó Aramburú con la pluma desde esa tribuna a la oposición anticivilista representada por La Patria y La Sociedad, y combatió también a la rebeldía armada como voluntario de la Guardia Nacional en la campaña que culminó en Los Ángeles. En 1879 fue enemigo declarado y sistemático de la guerra con Chile; pero cuando la vio venir como un hecho inevitable, hizo, con elocuencia singular, la defensa de la causa peruana y entró en polémica ardorosa y alturada con la prensa del adversario. En la batalla de Miraflores combatió como soldado raso y fue en esa jornada que conoció a Andrés Avelino Cáceres. Durante el periodo de la ocupación fue deportado a Chile. Asistió luego a la Asamblea Constituyente que convocó Iglesias, y, junto con monseñor Tovar, su antiguo adversario en el periodismo, representó a este caudillo en los esfuerzos para encontrar una fórmula de paz con Cáceres. Estuvo luego al lado del héroe de La Breña convertido en gobernante, su hogar fue asaltado por una turba después de los combates en las calles de Lima el 17 y 18 de marzo de 1895 y siempre, desde su diario, hizo oposición a Piérola aunque cuando este caudillo terminó su período presidencial, reconoció los servicios que había prestado al país. Solo dejo La Opinión Nacional, ya anciano, a fines de 1913. Tuvo la suerte de celebrar sus bodas de oro como periodista. Falleció en Lima el 22 de mayo de 1916.