nepotismo reinante en el Perú y los negociados que se hacían al amparo del Gobierno. Los capítulos finales de las peripecias de su biografía escapan a los límites de la presente obra. Los ha estudiado minuciosamente, junto con las demás etapas, Luis Alberto Sánchez en el excelente libro Aladino o vida y obra de José Santos Chocano (México, 1960). Durante el conflicto con Colombia en 1932-1934, desde Chile, se dedicó briosamente a aquel país y a atacar con ferocidad a Sánchez Cerro. De paso, defendió la salida del Ecuador al Amazonas. En un verso juvenil escribió el poeta:
enRIQue lÓpeZ alBÚJaR (1872-1966)
a los perversos encerraré en la cárcel de mis versos y como reja les pondré mi lira. La historia, a su vez, en cada oportunidad en que evoque las jornadas nocturnas de su vida, se verá obligada a encerrar a tan gran figura literaria en una cárcel cuyos barrotes han de ser sus actos reprobables. Habría que estudiar lo que en ellos hubo de producto de una idiosincrasia o de las circunstancias; en mucho de la egolatría y del egocentrismo de Chocano, que suelen irrumpir en su poesía misma para detenerla en el camino a las más altas esferas, pudieron haber influido determinadas tendencias de la época que magnificaban el egoísmo y difundían las ideas de Nietzsche sobre el superhombre y las de la darwiniana supervivencia del más fuerte. En todo caso, las luchas y afanes asaz prosaicos de Chocano no deben interferir en el juicio sobre su poesía, potente, viril y, a menudo, noble. Por lo demás, lo ocurrido entre 1921 y 1929 no solo interesa desde un punto de vista biográfico. Expresa, en cierto sentido, las siguientes facetas resaltantes en la vida peruana durante el Oncenio leguiista: 1) la crítica solo indirecta que algunos sectores intelectuales se atrevían a hacer al régimen imperante cuando combatieron doctrinariamente la tesis de las dictaduras organizadoras y osaron luego defender a José Vasconcelos; 2) la inquietud renovadora de las nuevas generaciones y su receptividad a las ideas de nacionalismo continental y progreso social que predicaba entonces este escritor mexicano. La frase de Chocano sobre el “estercolero civilista” en su carta a Elmore lo exhibe tratando de utilizar la leyenda negra de dicho partido que propugnaba el leguiismo; pero demostraba falta de puntería porque quienes en ese momento lo combatieron carecían de relación con el pasado político del Perú y pertenecían, en su mayoría, a las clases medias y no a la oligarquía; 3) la actitud de dispendio que caracterizó la celebración del centenario de Ayacucho en 1924; 4) cualesquiera que hubiesen sido los motivos o antecedentes de la separación entre Chocano y el leguiismo en 1928 o 1929, la acerba actitud del poeta que, por cierto, no fue espectacular, captó en cierta forma el desgaste o el cansancio que se difundieron ante la perduración de Leguía en el poder.
[ II ] enRIQue lÓpeZ alBÚJaR.- Enrique López Albújar nació en Chiclayo el 23 de diciembre de
desde su juventud, el escritor y abogado chiclayano alternó con las dos pasiones que cultivó durante toda su vida: la política y el periodismo. en 1904 fundó en piura el partido liberal, y de 1904 a 1908 fue editor del periódico el amigo del pueblo. Se estableció en lima en 1916, y se dedicó a escribir para el diario la prensa. Su actividad como magistrado, sin embargo, lo hizo renunciar al cargo de redactor jefe. Fue juez en Huánuco y piura, y vocal en lambayeque (1928-1931) y tacna (1931-1947). entre sus obras más conocidas se encuentran cuentos andinos (1920) y Matalaché (1928).
1872. Reunió orgullosamente sangre española, indígena y mulata. La infancia la vivió en Piura y Morropón. Siguió sus estudios en muchos planteles, que ha evocado vívidamente en su libro De mi casona cuyas páginas pueden ser utilizadas, por eso, por quienes hagan una realista historia educacional y deben contribuir a evitar toda nostalgia, por más deprimente que parezca la vida en las escuelas y colegios de nuestra época. El verdadero maestro de López Albújar fue, en el humilde pueblo de Morropón, el admirable y modesto ecuatoriano Nicanor Calderón, a quien ha rendido homenaje en un capítulo de sus Memorias. Terminó su educación secundaria en Lima, en el Liceo Preparatorio (1886-1889) y en el Colegio Guadalupe (1890). Universitario, fue también periodista rebelde contra los gobiernos de Morales Bermúdez y Cáceres. Junto con
[ CAPÍTULO 6 ] ADENDA
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