sobre Palma) salen de los límites cronológicos aquí trazados. No los desborda, en cambio, una referencia al estilo de Porras, mezcla de clasicismo y de modernidad hito de la prosa peruana en el siglo XX(1), Luis Alberto Sánchez se esforzó desde muy joven por dar una visión orgánica de todo el proceso de la literatura peruana. Su libro Los poetas de la Colonia, editado en 1921, sorprendió por su vasta erudición. En su historia de la literatura peruana, que empezó a publicar en 1928, presentó un cuadro menos elocuente y castizo pero más democrático en su criterio y más moderno en su espíritu del que ofreciera Riva-Agüero. Su Don Manuel fue un minucioso estudio biográfico de Manuel González Prada en el que reveló, por vez primera la vida íntima del gran panfletario. Al lado de las preocupaciones eruditas y documentales y de las labores como profesor de colegio y de la universidad y de funcionario en la Biblioteca Nacional, tuvo una incansable actividad en Mundial y Perricholi. Luis Alberto Sánchez, con frecuencia, subordina, a veces con desenfado, su criterio literario a sus intereses políticos y a sus pasiones personales. La vastedad de su obra literaria y periodística es inverosímil.
[ XVII ] cÉSaR antonIo uGaRte Y la HIStoRIa econÓMIca. alBeRto ulloa SotoMaYoR.- Si el grupo del Conversatorio Universitario significó la llegada de un fresco y renovado espíritu en el estudio de la historia literaria y política, el Bosquejo de la historia económica del Perú de César Antonio Ugarte (Lima, 1926) señaló en otro campo perspectivas que, por desgracia, no fueron luego suficientemente aprovechadas. Si bien ya, en días actuales, florece una beligerante historiografía marxista estimulada por el ahora fácil contacto con las técnicas imperantes en Europa y por la apertura del Archivo Agrario. Ugarte, cuzqueño británico según Manuel Vicente Villarán, habíase hecho cargo de la asignatura semestral a la que perteneció su texto y creyó útil publicarlo. Su ámbito cronológico llegó hasta el año 1899. En el Bosquejo hay vacíos y deficiencias indudables. Algunos de sus párrafos son simples extractos de documentos públicos, folletos monográficos o libros de historia general. El paso de los años ha envejecido estas páginas y las ha vuelto esquemáticas o simples, como ocurre siempre con las obras demasiado extensas en su contenido. Siguen vigentes, en cambio, el camino que abrió, las observaciones que consignó en el prólogo sobre las dificultades o trabas para el estudio de la historia económica en este país, y sobre la importancia que ella ostenta, ya como parte fundamental de la historia en conjunto, ya como auxiliar de la ciencia económica peruana. ”Creo (agregó Ugarte) que el factor económico es el de más general y permanente influencia entre todos los factores de la vida social y que, por tanto, no puede existir una verdadera historia nacional mientras no se profundice el estudio del aspecto económico de nuestro pasado; pero no me adhiero a la interpretación unilateral del materialismo histórico porque ella desvirtúa a la unidad fundamental del espíritu humano y de la vida social”. Precedió a Ugarte, Alberto Ulloa Sotomayor con su minuciosa tesis publicada en 1916 sobre la evolución social y legal del trabajo en el Perú. Ulloa se dedicó luego al Derecho Internacional en el que hizo también importantes contribuciones de carácter histórico a las que se sumó, ya en tiempos muy cercanos al actual, una biografía de Nicolás de Piérola.
luis alberto sÁncHeZ, con Frecuencia, subordina, a veces con desenFado, su criterio literario a sus intereses políticos y a sus pasiones personales. la vastedad de su obra literaria y periodística es inverosíMil.
(1) El autor del presente libro rindió homenaje a Raúl Porras, inolvidable camarada de su juventud, en el discurso que, en nombre
de la Academia de la Lengua y del Instituto Histórico del Perú, pronunció en su sepelio (véase Mercurio Peruano de febrero de 1961) y en una conferencia pronunciada en la Municipalidad de Pisco el 26 de noviembre de 1960.
[ CAPÍTULO 9 ] ADENDA
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