De ilusión y oro. ¿Sueños cumplidos o ilusiones frustradas? Matadores de toros del siglo XXI (2001-2018)
Muñoz Sevilla, Manuel “SEVILLITA”
Matador
de toros nacido en Zanona (Cádiz), el 19 de noviembre de 1963, donde se crió hasta que tuvo quince o dieciséis años y se trasladó a Los Barrios, de donde se le considera natural. Desde pequeño ayudó a su padre en las labores del campo entre vacas, cabras y cochinos. Lo curioso es que sin antecedentes taurinos en la familia y con una vida tan sencilla y apartado de la vida urbana, desde pequeño siempre sintió la inclinación por el toreo incluso sin haber visto ni una corrida de toros. Y como el joven Manuel tenía una personalidad muy definida y sabía muy bien lo que quería, a sus dieciséis años se sacó el carné de aspirante y con él se fue a Madrid a realizar una prueba en la Escuela Taurina “Marcial Lalanda”, en el llamado “Certamen de toreros del mañana”. Fue un gran impacto para un chaval que nunca había salido del medio rural, y pasó muchas calamidades para poder sustentarse. Para ello frecuentaba las capeas y “pasaba el guante” para que les echaran algunas monedas para poder comer. Pero era avispado y tenía mucha afición, y con los profesores que tenía en la Escuela: Gregorio Sánchez, Andrés Vázquez, Serranito, etc, pronto empezaron a ponerlo en alguna novillada donde fue aprendiendo la técnica del toreo. Precisamente, en la época que permaneció en la Escuela protagonizó una película “Tú Solo” y se rodó en la misma Escuela. “Hablaba de la vida de un maletilla que se buscaba la vida en los pueblos, y yo hice de ese maletilla. Al fin y al cabo es lo que yo hacía. A raíz de la película me propusieron para la serie “Juncal” que realizó la misma empresa cinematográfica. Hice un papel cortito, de siete capítulos salí en tres, pero fue una experiencia inolvidable”. Luego estuvo en el espectáculo cómicotaurino “El Bombero Torero”, en cuya parte seria mataba un novillo. Dos años estuvo con “El Bombero Torero” durante los cuales toreó más de 100 festejos al año, pese a lo cual –se lamentaba el torero– solo mató ocho novillos, aunque cuando no toreaba siempre hacía algún quite o ponía algún par de banderillas. Cuando terminaba la temporada, el joven Manuel Muñoz regresaba a Los Barrios a la casa paterna para pasar el invierno, al tiempo que se buscaba un trabajo temporal de los que daban en el ayuntamiento, aunque tampoco perdía el tiempo y en cuanto se enteraba de algún tentadero en Medina Sidonia allá se iba haciendo autostop, y en cuanto empezaba la temporada taurina, de nuevo se iba a Madrid, para continuar su formación taurina como y donde podía. Logró debutar con
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