Francisco Rodríguez Aguado
de albañilería con un pequeño grupo de albañiles. Así, con tan solo cinco hombres y él al frente pareció despejarse el horizonte de su vida y hasta poder olvidar el toreo, al menos de la forma obsesivo compulsiva de antes. Y trabajando sin descanso y honradamente, llegó a tener una empresa de más de 120 personas trabajando para él, unos de forma directa, y otros indirectamente, pero la empresa era suya y la había creado él partiendo desde cero. Le bastaron veinticinco años desde que llegó a la isla con una mano delante y otra detrás...solo con su hatillo al hombro cargado de ilusiones. Y ahora que había triunfado en la vida como empresario sin tener formación académica alguna, aún continuaba soñando con ser matador de toros, un sueño que no podía dejar pasar porque viviría frustrado para siempre. Y en 2005, a sus 48 años de edad, decidió que no es bueno dejar asignaturas pendientes en la vida, y el 30 de octubre, se enfundo un flamante terno para la ocasión, blanco y oro, como mandan los cánones para estas ocasiones, y recibió la alternativa de matador de toros en Inca (Baleares), de manos de Manolo Sánchez, que en presencia de Iker Lara le cedió el toro “Laberinto”, negro, marcado con el número 29 y 495 kilos, de la ganadería de Rodriguez de Arce, que lidió 5 y 1 de Sayalero y Bandrés (3º). Cortó una oreja al toro de su doctorado y las dos al que cerró plaza, saliendo a hombros del coso en unión de sus compañeros. La misión estaba cumplida. Ya era matador de toros que era la ilusión por la que había vivido y luchado toda su vida. Tras esta única actuación colgó el precioso vestido de luces y continuó su vida de empresario, pero ya plenamente realizado. Antonio Cortés Vargas hubiera triunfado en cualquier faceta de la vida porque había nacido para triunfar. En los toros no le dieron oportunidades, pero consiguió su meta sin desfallecer.
Cubillo Jiménez, Miguel “MIGUEL CUBILLO”
Matador de toros nacido en Madrid el 10 de agosto de 1978. Alumno de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, salió para debutar en novilladas sin picadores, como todos los que pretenden ser matadores de toros, recorriendo todas las plazas de los pueblos de la comunidad madrileña, principalmente. Cuando sus profesores lo consideraron preparado para ascender al escalafón superior, debutó con picadores en El Tiemblo (Avila), el 14 de septiembre de 1997, con novillos de los Hnos. Frías y Hugo de Patrocinio y 81
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