Ayán solicitó que de la panadería los trasladen a casa del señor coronel Andrés Gamarra. Igual hicieron Achón y Atién pero para ir a la panadería del Puente a cargo de Manuel Hernández, traslado que se verificó. Posteriormente Pérez Albela se presentó diciendo que de su casa habían huido Apó y Afó, todo lo cual se hizo saber a Menéndez y a la policía para que los aprehendan, lo que no se consiguió. ***
Sentencia Sentencia sobre la causa criminal seguida contra Francisco Ricardo Menéndez, mayordomo y caporal por flagelación y maltrato a los asiáticos que tiene contratados en su fundo. Acusador el agente fiscal doctor don Juan Portal. Se tiene en cuenta que está probada la huida de los chinos que salieron de Monterrico y se presentaron ante el intendente de policía quejándose de flagelación, maltratos, falta de alimentos y de cumplimiento de los términos y condiciones de las contratas; y como este comportamiento podía propagarse a otros fundos conduciendo a la ruina de la agricultura en las inmediaciones de la capital, se determinó que en el acto todos ellos fuesen reconocidos por los médicos de turno. Luego de eso resultó que de los 38 asiáticos solo 7 tenían señales de flagelación antigua y solo dos de ellos con heridas más recientes. Por eso se ordenó que los 31 asiáticos regresen a Monterrico y el juicio solo se inició con 7. También está comprobado que estos asiáticos con señales de flagelación antiguas en tiempos anteriores han servido en otros fundos donde podían haber recibido esos castigos. Menéndez ha acreditado que da buen trato a los asiáticos, les ha permitido que tomen verduras del fundo, ha costeado médico para que los cure y ha dado mejor trato que el que sucede en otras haciendas. Ha quedado desmentido que no hubo muerte de muchísimos chinos. No podía ocurrir esto porque era ir contra lo que el patrón había desembolsado para obtener los servicios de ellos. Conservarlos bien estaba dentro de sus intereses aunque no fuera por cumplir con sus deberes religiosos y humanitarios. Los casos de los chinos que tienen flagelación evidente así haya ocurrido en Monterrico, «no consta que este castigo sea de naturaleza grave para aplicarle la responsabilidad» al hacendado. Los chinos han debido presentarse ante las autoridades que correspondan para pedir que el patrón cumpla con ellos. De acuerdo a los documentos que Menéndez presentó a los chinos Apó, Ayán y Acao solo les faltaba pocos días para terminar los tres años de contrato. Por los fundamentos anteriores y por lo expuesto por el agente fiscal se decide el siguiente fallo: absolver a Francisco Menéndez, a su mayordomo y a su caporal de los cargos por flagelos y maltrato. Y en consecuencia los cuatro asiáticos que no han cumplido sus contratos regresen al fundo a seguir cumpliendo sus servicios quedando libres los otros tres pues ya han cumplido con sus obligaciones. Lima a las dos de la tarde del día nueve de junio de 1862. Firma Mariano Dorado, juez de crimen. *** Ante el fallo favorable a Francisco Menéndez, él reclama pues se declara libres a los asiáticos Apó, Ayán y Acao. Ciertamente han cumplido su tiempo obligatorio pero ello ha ocurrido durante los mismos meses que duraba el juicio incluso en días que estaban al servicio de otros patrones «desde que se 202
chinos en la sociedad peruana, 1850-2000