apoyo. Sin embargo, los esfuerzos de Calderón tuvieron éxito porque sus propuestas incluyeron reformas electorales que tenían el potencial de beneficiar a la oposición.66 Ya sea desde la oposición o en el Gobierno, como Poder Ejecutivo o Legislativo, los partidos políticos que establecen prioridades de políticas claras tienen muchas más probabilidades de influir en las agendas de políticas y de transmitir mensajes coherentes a los votantes sobre qué es lo que representan. Cuando el BCNDP está en la oposición, el líder elabora un plan estratégico en consulta con el grupo parlamentario, para enfocarse en cuestiones que hagan eco en el universo electoral del partido. La definición de estas prioridades puede crear la percepción entre ciertos miembros de la bancada parlamentaria de que no están recibiendo su parte justa de los recursos o de que su trabajo está siendo infravalorado. Sin embargo, la recompensa en términos del desarrollo focalizado de políticas y la difusión concentrada le envía un mensaje al público en el sentido de que el partido entiende los problemas y está listo para gobernar. Una vez que llega al poder, el líder del partido, ahora convertido en primer ministro, forma un gabinete y un sistema de comisiones del gabinete para reflejar las prioridades en las que hizo hincapié el partido durante su campaña. Como parte del proceso de transición, se elabora una agenda legislativa con base en la plataforma electoral para que esté listo un plan bien pensado y eficaz para los primeros 90 o 180 días. EL PODER EJECUTIVO Los funcionarios públicos disponen de muchas herramientas con las cuales implementar las políticas de sus partidos sin necesidad de promulgar leyes ni de concertar los acuerdos que los procesos legislativos a veces requieren. Los presidentes, primeros ministros, gobernadores y alcaldes pueden girar órdenes a los ministerios y demás dependencias del Gobierno para cambiar la forma en que operan dentro de los límites de la ley. Dada la abundancia de leyes que existen en la mayoría de los países, por un lado, y por el otro, la finitud de sus recursos, los organismos encargados de hacer cumplir la ley deben priorizar qué infracciones perseguir agresivamente y cuáles abordar con mayor laxitud. Con frecuencia el presidente, el primer ministro, los gobernadores y los alcaldes disponen de toda una gama de instrumentos a través de los cuales pueden implementar ciertas políticas en el marco de la legislación vigente. Por ejemplo, el presidente Lyndon Johnson de los Estados Unidos emitió toda una serie de decretos ley para reducir la discriminación y fomentar la igualdad de oportunidades laborales. Dada la combinación de discrecionalidad de la fiscalía y fondos limitados, los organismos encargados de hacer cumplir la ley priorizan sistemáticamente la persecución de algunos delitos por encima de otros. Por lo tanto, incluso en los sistemas democráticos, ciertos tipos de políticas y prioridades pueden cambiarse de un plumazo o mediante el ejercicio de las facultades discrecionales que se les confieren a los funcionarios públicos. En un intento por evitar que se repitan los abusos cometidos en el pasado por gobernantes anteriores y sus partidos, algunos países con sistemas presidenciales desaconsejan o incluso 71