prohíben que haya relaciones directas entre los funcionarios del Poder Ejecutivo y sus partidos. Otros prohíben que los partidos hagan campaña con base en sus logros en materia de políticas públicas, ya que dichos éxitos se pagan con recursos del Estado. Sin embargo, dado el poder que ejercen dentro de sus respectivos partidos y las facultades que les confieren sus cargos, con frecuencia los presidentes pueden desempeñar un papel importante en el aumento del apoyo para sus agendas legislativas. En Filipinas, el presidente Benigno Aquino jugó un papel importante, si bien tras bambalinas, en la movilización del apoyo legislativo para la aprobación de la Ley de Salud Reproductiva en 2012.67 Hay información adicional sobre el Partido Liberal de Filipinas en el caso de estudio que se detalla en la Parte II de esta publicación En los Estados Unidos, si bien los presidentes se postulan bajo banderas partidistas, una vez que llegan al poder utilizan una combinación de persuasión e incentivos para obtener votos personales o utilizan plataformas públicas para intentar movilizar a la opinión pública a favor de sus agendas legislativas. Esta agenda puede contener elementos de las políticas prioritarias de su partido, así como cuestiones diseñadas para fincar el legado propio del presidente. En algunos casos, los presidentes han adoptado políticas propuestas por el partido de oposición. Por ejemplo, el demócrata Bill Clinton se postuló para la reelección en 1996 argumentando a favor de recortes de impuestos, la reforma a las políticas de asistencia social y el equilibrio presupuestario, todas ellas posturas tradicionalmente defendidas por los republicanos. Del mismo modo, el republicano Ronald Reagan llegó a acuerdos presupuestarios con los demócratas haciendo caso omiso de las posturas de los miembros de su partido en la Cámara y excluyendo a los mismos de las negociaciones. Para conocer más sobre el proceso de desarrollo de políticas en los Estados Unidos, consulte el caso de estudio que se presenta en la Parte II de esta publicación. LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS Algunas propuestas de políticas demandan medidas legislativas. Asimismo, se pueden aprovechar los procesos legislativos para plantear preguntas sobre la eficacia de las políticas existentes, así como para destacar las propuestas alternativas. Para maximizar su influencia sobre los procesos legislativos, los partidos políticos necesitan estrategias para organizar sus grupos parlamentarios, incluyendo el establecimiento de normas y expectativas claras en cuanto a la conducta de los legisladores, la definición de una división del trabajo y el equilibrio de la necesidad de una acción unida del partido contra consideraciones como la libertad de conciencia de cada legislador y su receptividad a las necesidades de grupos específicos. La presente sección presenta un panorama general de algunos de estos enfoques. A través de su trabajo en la legislatura, sus comentarios en los medios de comunicación y sus comunicaciones con los electores, los legisladores desempeñan un papel importante en la creación de conciencia sobre las políticas de su partido y en la movilización del apoyo en este sentido. Las normas y los procedimientos legislativos enmarcan las opciones que tienen los grupos parlamentarios y cada legislador en lo individual para influir en los procesos legislativos. 72