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este óleo sobre tela fue pintado en 1925 por José Sabogal (18881956) y refleja la temática indigenista que desarrolló en la mayoría de sus pinturas y xilografías. Para Sabogal, al igual que para otros intelectuales de su tiempo, como el antropólogo luis l. Valcárcel, era de vital importancia mostrar al indio como eje de la nación peruana.
por los opositores; nadie podrá negarle el hecho de haber centralizado en su acción y su doctrina, durante casi tres décadas, lo más característico y operante de la pintura local. No se puede tratar el desarrollo artístico peruano en la primera mitad del presente siglo sin un análisis del indigenismo y de la persona de su conductor: José Sabogal, cuya obra es la más representativa del grupo. Nació en Cajabamba en 1888, murió en 1957. Hace su presentación en Lima en una comentada exposición en la Sala Brandes el año 1919. Entusiastamente acogido por el pintor y crítico Teófilo Castillo, colaborador de Variedades, en cuyas páginas aparece una entrevista y comentario que es ya el esbozo de un programa beligerante. Tiene esa beligerancia, un carácter más bien estético. Se funda principalmente en premisas y urgencias renovadoras del mediocre ambiente pictórico nacional del momento. Por estas declaraciones sabemos que el joven expositor viene a realizar un peregrinaje de nueve años por el extranjero, tres de ellos vividos en Francia, España y África del Norte, el resto en la Argentina, en cuyas provincias norteñas residió un tiempo y trabajó en contacto con el pintor argentino Jorge Bermúdez, cuyo estilo localista de marcado acento folclórico y entusiasta temática costumbrista existente en las provincias del norte argentino, tan similar al cuadro étnico de Bolivia y el sur del Perú, en su genérico origen quechua, debió impresionar al joven Sabogal. Por la ruta de Bolivia penetra al país, se detiene en el Cuzco. Con el bagaje de sus conocimientos y captaciones entra en Lima levantando bandera de insurgencia. ¿Cuáles eran los fundamentos de estas pretensiones? Lo que el viajero estudiante ha captado del arte de su tiempo, lo vemos claramente reflejado en su obra de entonces. De sus contactos europeos, se notan fuertemente acusadas las características de la pintura española del momento. Son notables los remanentes zuloagueños palpables en la composición y la factura; también el uso intensivo del tipismo y la temática costumbrista a la manera del maestro vasco. En el colorido está muy presente el gusto de Anglada Camarasa. Son de este los fondos de cobalto chocados con verdes veroneses; la abigarrada bizarría de los empastes, la iluminación artificiosa, etc. Eco de las audacias técnicas de que hizo gala el pintor catalán. No eran por cierto los más aconsejables modelos para un pintor joven deseoso de ponerse al tanto de los acentos renovadores de la época. Sorprende que de su residencia en Francia no muestre huellas de contacto con los promisorios movimientos de vanguardia, de los que no hay rastros en su obra. Pero el estilo rotundo y desafiante de sus declaraciones periodísticas recuerda en cambio la virulencia verbal de las proclamas de vanguardia que estaban de moda en Europa desde principios del siglo, como aquel manifiesto de los “jóvenes bárbaros” barceloneses, desafiante de
JosÉ saboGal (1888-1956) este pintor caJaMarQuino Fue el principal eXponente de la pintura indiGenista de principios de siGlo. 116
ADENDA
[ ADICIÓN AL CAPÍTULO 13 ]
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ras culminar sus estudios escolares, Sabogal decidió conocer el mundo. Para ello, empezó a trabajar en la hacienda de Chicama, hasta que ahorró dinero suficiente para emprender un viaje. En 1908 se embarcó hacia Italia, y luego viajó por Marruecos, Francia, España y Argentina, donde inició sus estudios de pintura en la Academia de Bellas Artes (1910-1912). Más adelante enserñó dibujo en la Escuela Normal de Jujuy (Argentina) entre 1913 y 1916. En 1918 regresó al Perú y se asentó en el Cuzco. Luego viajó a Lima, donde