oportunidad de dar un hogar en el futuro, aunque sea sin premio a aquel punto de vista libérrimo o que aspira a serlo, cabría decir que seguirá existiendo la cultura occidental.
[ IV ] Víctor andrÉs belaunde.- Víctor Andrés Belaunde, nació en Arequipa el 15 de diciembre de 1883, hijo de Mariano Belaunde, el ministro de Romaña, y nieto del general Pedro Diez Canseco, Presidente del Perú. Estudió en el Colegio San Vicente de Paul de Arequipa, que dirigía el sacerdote Hipólito Duhamel y luego pasó a las universidades de esa ciudad y de Lima. Director de La Lucha en Arequipa y de Ilustración Peruana y colaborador de diversos diarios, hizo siempre periodismo de ideas y aprendió en esta tarea el contacto con el gran público, la accesibilidad en el lenguaje y el tratamiento de una diversidad de temas. Su vocación fue, desde los años iniciales, jurídica, dentro del campo del Derecho Internacional, pero también al mismo tiempo, histórica y filosófica. Su extraordinaria aptitud oratoria le dio bien pronto vasto prestigio. Sus tesis El Perú antiguo y los modernos sociólogos (1908) y Los mitos amazónicos del imperio incaico parecieron anunciar una preocupación hacia el pasado precolombino visto a la luz de los puntos de vista más modernos. Pero, funcionario del Archivo de Límites desde 1904, secretario de la misión para el alegato en la cuestión con Bolivia, vivió en la vida cotidiana y en el estudio intenso del drama patético de las fronteras peruanas y en 1919 publicó Nuestra cuestión con Chile y en 1922 un estudio en inglés sobre la nulidad del Tratado de Ancón. En la apertura del año universitario de 1914, Belaunde pronunció un notable discurso sobre la crisis peruana. Antes que él, desde la misma tribuna y con análogo motivo, había disertado Javier Prado sobre las clases sociales en la Colonia, Manuel Vicente Villarán sobre las profesiones liberales, José Matías Manzanilla sobre el Poder Legislativo, Pedro M. Oliveira y Luis Miró Quesada sobre la misión de la universidad, Francisco Tudela y Francisco Graña sobre la población, Leonidas Avendaño sobre temas médicos, Víctor Maúrtua sobre el progreso del país. Belaunde comenzó por declarar que el cuadro optimista trazado por Francisco García Calderón en El Perú contemporáneo se había oscurecido. Se ocupó luego de las facetas más importantes de las crisis nacionales. Una de ellas era la de carácter económico evidenciada, según dijo, de acuerdo a los argumentos de Billinghurst, por el excesivo y desordenado aumento de los gastos fiscales y el endeudamiento progresivo de la Hacienda pública. Pero mucha más minuciosidad dedicó a la crisis política. Empezó por señalar la acentuación del régimen personal de la presidencia de la República, algunas de cuyas manifestaciones eran la omnipresencia financiera y la desaparición efectiva del Gabinete en su función colaboradora y controladora. Hizo un paralelo ente el virrey y el presidente, demostrando la mayor autoridad de este. Impugnó, al mismo tiempo, la tesis de la elección del jefe de Estado por el Parlamento que Mariano H. Cornejo seguía defendiendo. Con mayor lujo de detalles pasó a ocuparse Belaunde de la crisis parlamentaria. Dentro de ella señaló la exclusión de las oposiciones, la exagerada devoción de las mayorías, el origen provincial de los representantes, el trique de funciones por el cual el Ejecutivo legislaba y ellos administraban mediante los nombramientos de los funcionarios en las distintas zonas del país, la anarquía de los partidos, la tendencia presidencial a impedir toda renovación saludable en las Cámaras y a dirigir el proceso eleccionario con escasa aptitud para captar o reflejar los movimientos de la opinión pública. Estudió, en seguida, el problema de la renovación del Congreso que podía ser por tercios o íntegro y el exceso de provincialismo en la base electoral y, con motivo de este último asunto, entró en un análisis histórico sobre el sufragio republicano. No había relación, según los datos que suministró, pues predominaba una mayoría de los que habían sido elegidos por pequeñas provincias. Era preciso hacer gravitar el sufragio sobre los departamentos y las ciudades y otorgar al Senado otra fuente de elección.
director de la lucHa en areQuiPa y de ilustración Peruana y colaborador de diversos diarios [vÍctor andrÉs belaunde] HiZo sieMPre PeriodisMo de ideas y aPrendió en esta tarea el contacto con el Gran PÚblico, la accesibilidad en el lenGuaJe y el trataMiento en una diversidad de teMas.
[ CAPÍTULO 10 ] ADENDA
21