Francisco Rodríguez Aguado
de Colombia, Francisco Ruiz Miguel y Antonio José Galán, actuando en la lidia y muerte de seis toros de la ganadería de Vistahermosa, junto a los también matadores de toros El Zorro de Toledo, Alfonso Galán y Fernando Cámara. En el año 2000 saltó la noticia de que la policía colombiana había detenido a cuatro españoles, entre los que se encontraban el torero retirado Constantino Sánchez García “El Zorro de Toledo”. Según fuentes policiales, la organización a la que pertenecía el diestro estaba preparando la introducción en Europa de diez toneladas de cocaína. El Zorro de Toledo tenía fijada su residencia en aquellas tierras desde hacía quince años en Cartagena de Indias donde era propietario de dos hoteles en el sector de Bocagrande de esa ciudad, así como en la Costa del Sol y París. Según los investigadores, el diestro Constantino Sánchez utilizaba sus negocios como fachada para sus actividades de narcotráfico.
Sánchez García, Javier “JAVIER DE ESPERANZA”
Matador de toros y banderillero nacido en Cieza (Murcia), el 13 de septiembre de 1979, hijo de Jesús y de Esperanza, de donde tomó el nombre artístico. Sin antecedentes taurinos, heredó sin embargo la afición de su padre, y con tan solo dieciséis años debutó en público vestido de luces, de nazareno y oro, en la plaza alicantina de Benidorm, el 15 de marzo de 1995, para estoquear novillos de Manuel Patón. Dos años más tarde, el 14 de maro de 1997, debutó con picadores, de azul pavo y oro, en Ejea de los Caballeros (Zaragoza), alternando en la lidia de utreros de la divisa de Juan Albarrán, con Miguelín y David Vilariño. Estuvo toreando durante dos temporadas novilladas picadas hasta que se presentó en Madrid, el 14 de marzo de 1999, de rosa palo y oro, con el toro “Escopeta”, colorado, marcado con el número 69, que dio un peso en la báscula de 490 kilos, perteneciente a la ganadería de “Montalvo”, que lidió 4 toros (1º, 2º, 3º y 6º) y se remendó la corrida con 2 de “La Guadamilla”, lidiados 4º y 5º. Javier de Esperanza alternó con José María Bejarano, que también se presentaba ante la afición madrileña, y Samuel López. El balance de su actuación fue de silencio en el novillo de su debut y ovación en el que cerró plaza. Esta fue la corrida de su presentación y despedida de novillero en Madrid, pues, el inmediato 24 de agosto, recibió la alternativa en su patria chica, Cieza, de rosa palo y oro, de manos de Manuel Díaz “El Cordobés”, que le cedió el
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