D iccionario
biográfico - estadístico de los matadores de toros españoles olvidados del siglo
XX
señorita María Giner Polo. Al acto acudieron numerosos toreros alicantinos y de otros lugares de España, como Finito de Córdoba, Eduardo Gallo y Alejandro Esplá. Como banderillero, recibió en 2016 en la Peña “Pacorro” de manos del periodista Germán Estella el Trofeo “Mejor Torero de Plata” por su excelente actuación durante la brega y los dos pares de banderillas que puso en la corrida celebrada el 7 de agosto en la cuadrilla del novillero Adrián Velasco. Torero de muñecas sueltas, ágil y fácil con los garapullos y muy hecho en la profesión, su labor al servicio de los diestros a los que sirve –Finito de Córdoba– fue el primero, está a la altura de los grandes hombres de plata más afamados. En la actualidad compatibiliza su profesión de banderillero con la de Director de la Escuela Taurina de Alicante.
Olmo Illesca, Lorenzo del “LORENZO DEL OLMO”
Matador de toros natural de la localidad malagueña de San Pedro de Alcántara, pedanía de Marbella, en plena Costa del Sol, donde nació el 15 de febrero de 1948, aunque residió en Aranjuez desde la década de los años 60 del siglo XX. En esos años debió iniciarse en la profesión porque su debut con picadores lo tenemos registrado en el festejo celebrado en San Sebastián de los Reyes (Madrid), el 28 de julio de 1968, alternando en la lidia de reses de Rodríguez Pacheco, con Raúl García y José Escobar, cortando en tal ocasión una oreja al novillo de su presentación. Continuó muchos años más toreando novilladas, picadas y sin picar, hasta que tuvo la oportunidad de tomar la alternativa de matador de toros (sin haberse presentado como novillero ante la afición de Las Ventas), en Torremolinos (Málaga), el 6 de noviembre de 1977 de manos de Antonio García “Utrerita”, mano a mano, lidiando toros de la divisa de Vázquez Silva Hermanos, de Sevilla. También rejoneo el caballero Javier Buendía. El toricantano dio una vuelta al ruedo y cortó una oreja al segundo de su lote. Tras varias temporadas sin lograr destacar decidió cambiar el oro por la plata y hacerse banderillero en 1983, figurando desde entonces en las cuadrillas de Juan Cuellar y de Regino Agudo y otros matadores. Sin embargo, y según propias palabras “Me sentía frustrado porque creo que nunca me acompañó la suerte y por eso decidí recuperar mi categoría de matador de toros esta temporada, aunque sólo he actuado tres tardes, también sin demasiada suerte”. Se refería a su reaparición en el mes de marzo de 1993 en 48