Tiburcio Moreno Olivos
tivo que analizó el uso de un programa Web 2.0 de desarrollo constructivista profesional para los docentes de una universidad, Archambault et al. (2010) descubrieron que los educadores sentían que el empleo de estas herramientas tenía un impacto positivo en su habilidad para dar una retroalimentación más eficaz a los estudiantes. También descubrieron que dado que la Web 2.0 brinda mayor acceso y flexibilidad, los profesores eran capaces de dar una retroalimentación más rápida y sostenida, algo esencial para el aprendizaje continuo de los educandos. Además, el uso educativo de la Web 2.0 permite que los estudiantes se conviertan en autónomos en su aprendizaje y, sobre todo, en constructores del conocimiento de forma colaborativa. Así, mientras que la integración de la Web 2.0 brinda a los educadores muchas opciones para mejorar la naturaleza del aprendizaje auténtico y participativo, también va acompañada de resultados negativos, aunque el uso de la tecnología esté claramente dirigido por unos objetivos pedagógicos apropiados.
La retroalimentación electrónica o e-feedback La retroalimentación electrónica ofrece diversos beneficios, como permitir a los estudiantes disponer de más tiempo para revisar y comprometerse con la retroalimentación. Sin embargo, algunos de ellos todavía la perciben como impersonal y consideran que no ofrece ventajas adicionales en comparación con la retroalimentación escrita a mano (Bold 2015). De la investigación realizada por Bold (2015) en un programa de posgrado, se desprenden como recomendaciones principales utilizar la retroalimentación electrónica en todos los módulos del programa mientras se establecen los tutoriales de retroalimentación cara a cara o por teléfono, para mantener el contacto personal; y que las sesiones de retroalimentación formativa en los módulos continúen desarrollándose, lo que permitirá la construcción de habilidades reflexivas de los estudiantes, fomentando tanto la autoevaluación como la evaluación entre pares. 196