Fundamentos de retroalimentación
reconoce que “los juicios evaluativos de los estudiantes son vistos como problemáticos en la educación superior porque es difícil para los estudiantes desarrollar una comprensión sofisticada del trabajo de calidad en su disciplina” (Lodge, Kennedy y Hattie 2018, 70).
Tipos de retroalimentación En la revisión de la bibliografía se pueden distinguir diferentes tipos de retroalimentación escrita. En su meta-análisis, Shute (2008) sugiere hacer una distinción entre el tipo de retroalimentación y el tiempo de retroalimentación. Con respecto a los tipos, ella hace una diferenciación basada en la especificidad y complejidad, y la duración de la retroalimentación. La autora describe el conocimiento de los resultados como un tipo de retroalimentación de complejidad relativamente baja: solo indica si la respuesta es correcta o incorrecta. No obstante, cuando ante una respuesta incorrecta se da a conocer la respuesta correcta, la retroalimentación adquiere mayor complejidad. Una forma mucho más compleja es la “retroalimentación elaborada”; sin embargo, el grado de elaboración en varios estudios difiere notablemente: oscilan entre ofrecer una explicación de la respuesta correcta, una solución construida o una referencia al material de estudio. Por otro lado, el momento de la retroalimentación juega un papel importante. Shute (2008) distingue entre retroalimentación inmediata y retrasada (o diferida). La primera, en general, se proporciona rápidamente después de responder a cada pregunta o enunciado. La definición de “retraso” es más difícil de elaborar, ya que el grado de retraso puede variar. En algunos casos, la retroalimentación se retrasa hasta que se completa un bloque de preguntas o enunciados, o significa que se proporciona después de que el estudiante ha finalizado la evaluación completa. Sin embargo, también se puede suministrar un día después de haber concluido la evaluación o incluso más tarde. Al respecto, Mory (2004) señala que los efectos de la retroalimentación inmediata y
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