Capítulo Tres. Prácticas y percepciones de retroalimentación
Al inicio del nuevo siglo, Boud (2000) acuñó el concepto de evaluación sostenible, y un poco más tarde Hounsell (2007), basándose en esta idea, introdujo la noción de retroalimentación sostenible. La evaluación sostenible de Boud propone estimular la participación de los estudiantes en la evaluación: se trata de prácticas que satisfacen las necesidades inmediatas de evaluación sin comprometer los conocimientos, las habilidades y las disposiciones necesarias para apoyar las actividades de aprendizaje permanente. Por su parte, el concepto de retroalimentación sostenible de Hounsell (2007) aborda tres aspectos: a) Proveer retroalimentación de “alto valor” que tiene un impacto más allá de la tarea con la que se relaciona; b) mejorar el papel del estudiante para generar, interpretar y participar en la retroalimentación; y c) desarrollar congruencia entre la orientación y la retroalimentación mediante la orquestación de ambientes de enseñanza y aprendizaje en los que el diálogo productivo surge de las actividades básicas de aprendizaje del módulo. Como en el excelente tratamiento que Hounsell hace del tema no define explícitamente la retroalimentación sostenible, posteriormente, Carless et al. propusieron la siguiente definición: “son procesos 73