Prácticas y percepciones de retroalimentación
solo un juicio sumativo del desempeño, sino también un apoyo mediante una discusión que identificaba áreas de mejora para ayudarlo a obtener mejores calificaciones. ◊ Percepciones del alumnado universitario sobre la retroalimentación
En la actualidad, se reconoce la importancia que tiene el primer año en la universidad para los estudiantes, ya que constituye una etapa de transición de la educación media a la superior; periodo que, en muchos casos, los alumnos lo afrontan de manera problemática, con desajustes ante el incremento en las exigencias y desafíos de la nueva vida académica. Por ello, resulta importante conocer las percepciones que los estudiantes tienen de sus experiencias durante ese primer año de vida universitaria, en este caso en torno a la retroalimentación. En el estudio realizado por Beaumont, O’Doherty y Shannon (2011), los resultados de la encuesta que aplicaron muestran que la insatisfacción con la retroalimentación es evidente en los primeros tres meses de ingresar a la educación superior, y que las percepciones no se alteraron significativamente durante el primer año. Tanto los datos cualitativos como los cuantitativos confirmaron que los estudiantes experimentaron una transición de tasas de satisfacción altas a bajas de retroalimentación. Para esta investigación fueron encuestados 115 alumnos (doce de Psicología, 68 de Educación y 35 de Artes Escénicas), procedentes de tres universidades y de tres disciplinas distintas, los cuales, al preguntarles sobre sus expectativas en la universidad al inicio de su primer trimestre, el 91% esperaba que se le diera la retroalimentación con tiempo suficiente para que fuera útil. Cuando se los encuestó al final de su primer año (n = 64), solo el 49% estuvo de acuerdo en que esa había sido su experiencia. Si bien el 92% esperaba que la retroalimentación le ayudara a mejorar su trabajo, solo el 60% sintió que realmente había podido mejorar como resultado de ella. Y mientras que el 89% esperaba entender 97