334 | Ramiro Alberto Flores Guzmán
parte de su patrimonio o emigrar a España para rehacer sus vidas con la poca fortuna que les quedaba. De esta forma, la crisis del Estado colonial arrastró a la clase empresarial que sufrió una terrible descapitalización que condujo a la postración del conjunto del aparato productivo nacional. Esa fue la triste herencia de la guerra de independencia a la naciente República peruana.
VII. Los impuestos y las tendencias de la recaudación Durante el siglo XVIII, la recaudación de impuestos experimentó un extraordinario crecimiento, reflejado en los ingresos de la caja real de Lima, que pasaron de los 960 mil pesos promedio anuales en la década de 1710 a más de 4 millones durante la década de 1780.66 Aunque los funcionarios “ilustrados” se vanagloriaban a menudo de estos espectaculares progresos, al atribuir tal éxito a las grandes reformas del sistema impositivo, nuestro objetivo es determinar si el extraordinario desempeño de la recaudación respondió fundamentalmente a uno de los siguientes factores: a) un aumento de las tasas impositivas; b) el crecimiento general de la economía; o c) la eficiencia de la maquinaria hacendística para incrementar la presión fiscal y controlar la evasión. Igualmente, trataremos de establecer si el aumento de la percepción impositiva puede ser imputado a las medidas aplicadas durante el período de las grandes reformas borbónicas de los años 1770-1780; o si, por el contrario, el alza de la recaudación fue parte de una tendencia consistente que se originó en una etapa anterior. Para ello, analizaremos las cuentas de los principales rubros de ingreso de la Real Hacienda, de forma que se muestren los cambios en las tasas impositivas y las posibles razones que explicarían las fluctuaciones de los índices. Esta información es muy valiosa, pues nos puede brindar algunas luces sobre la intensidad de la actividad económica en el virreinato y sobre las diferencias entre las distintas economías regionales. Antes de proceder al examen de las cuentas de ingresos de la Real Hacienda, debemos considerar algunas cuestiones metodológicas básicas sobre la forma como los oficiales reales registraban los ingresos y gastos en los libros de contabilidad. Por lo general, los funcionarios anotaban escrupulosamente todos los movimientos de caudales en un libro diario, conocido como libro manual; posteriormente, esta información era transcrita a un libro mayor, donde se procedía a clasificar las cuentas en rubros o ramos de Hacienda en dos secciones: ingresos (cargo) o gastos (data). Comúnmente, cada ramo identificaba una categoría específica como Alcabalas, Tributos o Salarios, aunque también podía designar un rubro genérico que incluía varios tipos de ingresos 66. Klein 1998: 18.