Anexo
Documento 13
La educación de las elites indígenas en el Perú colonial
Carta de don Bartolomé Mesa al Rey (1793) (AGI, Indiferente General, 1621: 16) Don Bartolome de Mesa Tupac Yupanqui Inca teniente de una de las compañías del Regimiento de Milicias de Naturales de la ciudad de Lima a los R. P. de V.M. con la mayor veneración expone: que habiéndose dignado V.M. crear en la ciudad de Granada un colegio de nobles americanos por su R(ea)l cédula de 15 de enero de 1792 con el objeto de promover y mejorar la educación civil y literaria de la juventud de aquellos dominios remotos e Yslas Filipinas para que así pueda servir útilmente a la Yglesia, la Magistratura, la Milicia y los empleos políticos; creyó ser la ocasión más oportuna y favorable de aprovechar las felices disposiciones de su Primo Santiago Phelipe Camilo Tupac Yupanqui, el qual después de haber aprendido las primeras letras y la latinidad con general aprobación de sus maestros en el colegio del Príncipe se dedicó al estudio de la Filosofia, completando su curso en el Real Convictorio de San Carlos y dando en un acto público que defendió las pruebas más señaladas de su aplicación y aprovechamiento. Sin embargo de estos útiles progresos no podía mirar con indiferencia el exponente la ventajosa proporción que se le ofrecía para substituir a los antiguos conocimientos de una filosofía caprichosa y llena de sutilezas vanas los buenos y sólidos principios de los Estudios modernos que por consecuencia de la ilustración general han transformado felizmente todo el sistema de la literatura. Movido de tan Digno y laudable zelo luego que se dio al público el contenido de la d(ic)ha cédula en los Mercurios Peruanos de 26 y 30 de agosto del mismo año que a este propio intento acompaña, ocurrió en 27 del propio mes al vuestro virrey del Perú y en conformidad de los articulos 4° y 5° de la cédula de erección pretendió una de las dos plazas destinadas para el distrito de aquel virreynato acompañando a este efecto las adjuntas certificaciones señaladas con los n° 1 y 2 por las quales constan los adelantamientos de su primo en el estudio de la Filososofia y su buena salud y temperamento robusto. Y si bien omitió exhibir los documentos justificativos de su Nobleza fue por hallarse presentados de antemano en el superior gobierno quando entró en el colegio del Príncipe y por ser notoria su ilustre calidad. Estas sólidas consideraciones unidas a la particular circunstancia de haber sido el primero que se adelantó a participar de las ventajas del nuevo establecimiento literario, le ofrecían desde luego una lisonjera esperanza de ser atendida su solicitud y obtenida para su Primo la gracia a que le contemplaba acrehedor. Pero no pensó así el virrey de Lima, porque erigiéndose en árbitro y dispensador de tales nombramientos contra lo expresadamente mandado, decretó en 29 de d(ic)ho mes de agosto el memorial declarando no haber lugar a la pretensión
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