Dietrich Stark (1908-2001), el anatomista más importante de la Alemania de la postguerra (Hohfeld y Olsson, 2003), fue quien propagó las ideas de Severtzov en aquel país luego de la contienda.73 En pleno auge de la ts, inmediatamente luego de su endurecimiento, buena parte de la Europa continental, no solo Alemania, estaba llena de morfólogos, paleontólogos, embriólogos y genetistas que pensaban como Severtzov, Rensch y Stark; pero claro, no los conocemos, no figuran en los libros.
Genética continental En el capítulo i referimos que la ts fue el resultado de la unión de la genética mendeliana y el darwinismo. Lo que no dijimos fue que no todos los genetistas, ni siquiera todos los mendelianos, participaron de esa síntesis; hubo quienes quedaron al margen. Richard el Heterodoxo Goldschmidt es tal vez el más conocido de esos genetistas marginales (marginados, mejor dicho). El libro principal de este antiguo discípulo de Hertwig en Munich (Richmond, 2007, p. 170), Las bases materiales de la evolución, data de 1939, es apenas dos años posterior a la primera edición de Genética y el origen de las especies de Dobzhansky.74 El argumento central del libro de Goldschmidt (y el de sus trabajos en general) es el siguiente: el mecanismo propuesto por los modernos darwinistas (selección natural de ligeras variantes intrapoblacionales) es insuficiente para explicar el origen de los cambios evolutivos mayores75, y solo es aplicable a aquellos cambios adaptativos menores hacia el interior de la especie (la microevolución). Las variedades y subespecies no son ni especies incipientes ni modelos representativos del origen de las especies, como habían postulado Darwin, Fisher y Dobzhansky. Para Goldschmidt eran callejones sin salida dentro de la especie. Los términos micro y macroevolución, generalmente asociados a la figura de Goldschmidt, son en realidad una creación de Yuri Filipchenko, el genetista ruso mentor de Dobzhansky, ya mencionado en este mismo capítulo («Mendelismo más allá de Mendel»). Ambos términos eran (y siguen siendo) utilizados por los modernos darwinistas, pero en un sentido ligeramente distinto: mientras que por macroevolución Goldschmidt entendía el origen mismo de las especies, para Dobzhansky el término era aplicable solo por 73 Pero un ilustre desconocido para los evolucionistas anglosajones, o de tradición anglosajona, entre quienes debemos contarnos los argentinos. 74 La edición española, de la editorial Espasa Calpe, es de 1943. 75 Es decir, la macroevolución u origen de las especies, según su modo de entenderla. Simpson distinguía la macroevolución, proliferación de nuevas especies, de la megaevolución, cambios de mayor escala aún (Arthur, 2011, p. 273).
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