Probablemente la clave del gran salto a la bilateralidad esté en la aparición de nuevos genes hox. La hidra, animalito de simetría radial, posee tres de estos genes, dos correspondientes al extremo proximal de la serie existente en los bilaterales, el tercero correspondiente a su extremo caudal. En este cnidario de agua dulce esos genes no están ordenados sino dispersos en el genoma, aunque es posible que se hayan originado juntos (Sampedro, 2007, p. 129). El gran salto, en apariencia, coincidió con una importante expansión de los genes hox, en particular los correspondientes a la parte media de la secuencia (como vimos, virtualmente ausentes en la hidra). Algunos suponen que las funciones de los genes medios que surgieron de esa expansión (lo habrían hecho por duplicación) no fueron adquiridas de forma gradual. Las diferencias funcionales ya habrían estado allí desde el mismo momento de la duplicación (p. 133). El origen instantáneo y discontinuo (saltatorio) de los animales bilaterales responde con claridad a un modo estructuralista de evolución. Dice el español Javier Sampedro: El Gran paso entre los tres genes Hox de la hidra y la fila Hox de Urbilateria no es solo la consecuencia de la selección darwiniana: en cierto modo es más bien su causa, por cuanto esa rebelión genómica inventó una estrategia de diseño multicelular tan sólida y abstracta, en los fundamentos, que podía permitirse el lujo de ser versátil y detallista en la superficie. (p. 136)
Nuevo diseño por modificación de las expresiones de genes Aparentemente, las aletas de los peces y las patas de los tetrápodos se desarrollan a partir de los mismos genes hoxd 11, 12 y 13. Hasta acá, nada raro; las aletas pares y los miembros tetrápodos son homólogos, eso ya se sabe desde los tiempos de Owen. Lo que se ignoraba hasta hace poco es que las diferencias entre esos apéndices locomotores obedecerían a diferencias en la expresión de aquellos genes hox (Arthur, 2011, pp. 174-175). De manera sucinta (ya que el proceso es muy complejo), en los peces esos genes se activan en la parte posterior de la aleta en desarrollo, pero en los tetrápodos la activación se produce en las partes posterior y frontal del extremo distal del brote del miembro. Esto lo vieron por primera vez Paolo Sordino y sus colaboradores gradación evolutiva entre ambos planes corporales. Además –una segunda nota aclaratoria–, no es seguro que los actuales radiados (los cnidarios y ctenóforos) representen la condición plesiomórfica o primitiva para los metazoos; algunos evolucionistas están convencidos de que los actuales radiados evolucionaron de animales bilaterales (Martindale y otros, 2002).
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